El Domund de este año, según la Comisión Episcopal de Misiones, quiere
ser “una respuesta a las desesperanzas, temores, tristezas, aburrimientos y
desencantos que afligen en gran medida al hombre de hoy”. Nunca mejor elegido
el objetivo, porque el hombre, creemos que los hombres de todos los tiempos, se
han movido por miedos, por miedos, y el hombre de hoy, que ha superado muchos
miedos, no va a ser una excepción en esa constante de temor en la que la
Humanidad se ha movido.
Para los creyentes, la liberación y aún la alegría está en el
Evangelio; para los que no creen que muchos de los miedos del hombre de hoy son
por esa falta de fe en algo y hacen montañas de simples granos de arenas o de
simples sombras, en buscar una razón, un poco de luz (que para nosotros es la
del Evangelio, claro).
Pero sin entrar en un campo filosófico que no sería oportuno tratar en
una sección ligera como esta, sí queremos contar algo de lo que nos contaba un
misionero que vive entre una comunidad primitiva del Alto Volta, el padre
Cesáreo Hoyuela, que conoce las tradiciones de aquella humanidad primitiva con
la que ha convivido más de 12 años, luchando precisamente contra los miedos
ancestrales de aquellos hombres primitivos que el hombre actual tampoco ha sido
capaz de superar del todo.
En aquella comunidad, cuando hay un parto y el niño nace de nalgas, se
le deja morir simplemente. ¿Razón?, una muy simple; si el pequeño se hace mayor
y en alguna ocasión va con sus padres y en ese andar por las veredas de la
selva, se les cruza delante, los padres morirán automáticamente. Para un hombre
de nuestra civilización actual, la razón es tonta y hay muchas demostraciones
de que lo que afirman los brujos o la tradición de los “altovoltianos” es una
simple mentira. Pero la tradición sigue, y contra ella tienen que luchar estos
misioneros. Igual pasa cuando una gran serpiente se cruza en el camino de
alguno de estos nativos. Al ser ella un presagio de muerte, el que tuvo tan
mala suerte tiene sólo que dejarse morir…, para no ofender a las deidades en las
que creen.
Haciendo un esfuerzo y poniéndonos en la actualidad: ¿no estamos
nosotros también haciendo fetichismos y creando miedos en cosas que hoy son
moneda corriente?. Meditemos un poco en todo esto, que tampoco está de más
tomar alguna vez las cosas en serio.
Diario HOY, 17 de octubre de 1980
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