Aquí, en nuestra región, tenemos “arrancadas de caballo andaluz y
paradas de borrico manchego”, por eso me complace a mí que alguna vez seamos
los primeros en algo positivo, porque en lo negativo estamos hartos de serlo.
Somos los primeros —empezando por la cola— en renta per cápita, en
industrialización y en tantas cosas negativas que a uno no puede por menos que
llenarle de gozo el que lo seamos en algo positivo, como es en las cartas
geográficas —vulgo mapas— en lo que Extremadura es la primera región española
que tiene un mapa común de su territorio realizado por el Instituto Geográfico
Nacional, y editado ya, a la escala de 1/300.000.
Regionalmente no podemos presumir de autonomía, porque por delante van
Cataluña, Vasconia, Galicia y tantas otras regiones, pero somos los primeros
que geográficamente han logrado un mapa común de su territorio regional y
podemos muy bien el darles el “rabia, rabiña” a catalanes y a vascos que, si
han logrado unas autonomías sustanciosas, no tienen aún un mapa tan bonito y
acabado de sus respectivas regiones como lo tenemos nosotros… No, si cuando nos
ponemos a algo…
Recuerdo que la necesidad de tener un mapa común surgió en aquellas
jornadas anuales que se hacían de “Extremadura en la escuela” y fueron los
propios escolares y sus maestros los que vieron la necesidad de tener un mapa
común de las dos provincias para explicar muchas cosas de ella, y poderla
estudiar conjuntamente. Recordamos también que en aquel entonces hubo algunos
maestros que recabaron los dos mapas provinciales editados por Cáceres y
Badajoz, que dicho sea de paso fueron el primer trabajo serio y actualizado
cartográficamente de ambas provincias, para recortarlos, unirlos y formar un
improvisado mapa regional sobre el que vienen trabajando ya muchas escuelas de
la región. También en entrevistas que se hicieron entonces, estos maestros y
escolares expresaron la necesidad de que se editara el mapa regional, necesidad
que ahora ha sido atendida por el Instituto Geográfico.
La escala de aquellos mapas regionales era distinta: recordamos que se
hacían en 1/250.000, y la actual del actual conjunto es de 1/300.000, pero los
primeros, estamos seguros, han servido de base para el que se traza
actualmente.
¿Qué para qué sirve el mapa? Pues, entre otras cosas, para que los
escolares sientan esa unión en la que los mayores andamos reacios.
Diario HOY, 23 de enero de 1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.