jueves, 1 de junio de 2017

Los plenos y la megafonía municipal

Megafonía le pusieron a los plenos del Ayuntamiento, para que los informadores y el personal asistente se enterara mejor de las intervenciones de nuestros ediles. Pero si decimos la verdad, a nosotros los informadores no nos ha venido a resolver nada esta megafonía —y hay que ver que insistimos en ella—, pero una cosa es teorizar y otra bien distinta el verla en la práctica.
Dos micrófonos tienen nuestros ediles, uno que —lógicamente— acapara el alcalde, para responder a las intervenciones, y otro, al que podríamos llamar volante, que un conserje va pasando a cada uno de los concejales que tratan de intervenir Como las sesiones son largas, el conserje volante comienza con mucho brío a cumplir su cometido, pero a media sesión acusa ya un tremendo cansancio y suele llegar sólo al final de la intervención del concejal, con lo que da la sensación de que aquello es una radio que tiene estropeado el volumen. Ayer, por no ir más lejos, en el larguísimo pleno, tras las discusiones de lo de la Casa del Pueblo, la Comisión de Servicios y la Grúa, el conserje portamicrófonos quedó tan cansado que se ausentó del salón y el segundo micrófono quedó inmóvil ante las “fauces” (permítasenos la licencia) del secretario, que se hizo de él y no volvió a soltarlo durante todo el partido —perdón, hemos querido decir sesión—. Se decía por allí, pero no pudimos comprobarlo, que al conserje portamicrófonos se le estaba haciendo la respiración artificial en una sala próxima, para que se recuperara del cansancio de ir y venir… Y claro, con solo dos micrófonos, y dos “acaparadores” de ellos como el alcalde y el secretario, pasó lo que tenía que pasar, que hubo un enfrentamiento entre el señor Blanco y el secretario, porque el primero, desmicrofonado, no podía desfogar como lo hacía el señor García Frutos, que se infló de dar opiniones, mientras las que podían dar los ediles desmicrofonados no llegaban ni al propio cuello de la camisa de cada uno.
Esto, como pueden ver, no es igualdad de oportunidades ni democracia porque, o micrófono para todos o micrófono para ninguno… Y no quiere decir esto que nosotros busquemos el que esparadrapen algunas bocas, sino todo lo contrario…
Y conste que no queremos entrar en otros aspectos de la sesión por más delicados, pero que tuvieron también lo suyo, como fue lo de la  Casa del Pueblo. Si cuando se expolió —según frase de algunos— hubieran sido ya socialistas los señores Vázquez y Rubio, este caso no se hubiera dado… pero esto es harina de otro costal.
Diario HOY, 16 de octubre de 1980

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