Mi perra “Linda” me trae loco a ladridos porque le lea las últimas
noticias sobre la primera “asamblea de la ONU de los animales”, que comenzó
ayer en Ginebra. Cuando se las leo se queda muy callada y pensativa, con las
orejas enhiestas y mueve el rabo alegremente cuando, de pasada, se cita al
ecologista Franz Weber, creador de la ONUA (ONU de los Animales) o se habla de
presentación ante tan “alto e irracional” tribunal de “los derechos del
animal”.
Mi perra es un pastor alemán, pero ladra en extremeño y pocas veces,
porque es parca en la “palabra”, como corresponde a los perros de nuestra
tierra que, como nosotros mismos, ladramos y mordemos poco aun en contra del
refrán de “perro ladrador, poco mordedor”.
Lo que si se le han caído son dos lágrimas como nueces al leerle que
aquí en Cáceres se habían sacrificado 40 perros vagabundos, no reclamados por
sus dueños, de los 126 apresados en redada por el lacero desde el pasado día 3
de octubre… y eso que el concejal señor Sarró todavía no le tiene preparado del
todo el vehículo al nuevo funcionario antiperruno…
¿Y para eso quieren perros los cacereños, para abandonarlos y no
librarlos de la “horca”, cuando están siete días en capilla?, se adivinaba que
preguntaba con un movimiento del hocico y las orejas.
“Pues mira, “Linda”, así es esta perra vida, ¿qué quieres que le
hagamos si se murió vuestro valedor Félix Rodríguez de la Fuente? Esperemos a
ver en qué queda eso de “los derechos del animal” —dicho sea con perdón— a ver
si la ONUA animalera soluciona algo más que la ONU humana, porque, te digo, la
verdad, aunque me pongas cara de perro: si la ONUA va a servir para lo mismo
que la ONU… vais a estar arreglados los animales.”
Diario HOY, 28 de noviembre de 1980
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