La afición de los cacereños por la aviación parte quizás de los
comienzos de la misma, cuando allá por
1912 nuestro Ayuntamiento solía contratar al piloto francés Henry Tisier para
que hiciera demostraciones en las ferias o grandes acontecimientos. Muchas
historias podría contarse al respecto, pero recogiendo sólo “botones” de muestra, diremos que en
1913, concretamente en agosto, el monoplano “Morán” sobrevoló y aterrizó en Cáceres, en vuelo de pruebas. En
vuelo directo desde París llegó a Cáceres Gibert, un denodado piloto que con
ello logró ganar los 60.000 francos y la copa del premio “Pomery”, que había elegido a nuestra ciudad como uno de los polos
de la prueba. El avión del conocido diputado Juan Vitórica, pilotado por él
mismo, era habitual en el Cáceres de 1918, donde venía con frecuencia para
realizar sus campañas electorales, en las que derrochaba el dinero a raudales.
Con ello queremos decir que el viejo campo de aviación se utilizaba ya
habitualmente casi desde principios de siglo, pero fue en 1920 cuando un grupo
de avionetas participantes en la Vuelta a España lo utilizó de una forma
oficial, como lo hicieron en el 12 de junio de 1925 tres escuadrillas de la
base de Getafe, que formaban 15 aviones y que permanecieron aquí, para saltar a
Lisboa y regresar después, unos cuantos días. La conversión en militar de este
campo de aviación se realizó en febrero de 1927, siendo instalados hangares, depósitos
y otros elementos. En la contienda civil de 1936 fue uno de los aeródromos más
utilizados, existiendo en él una escuela de pilotos. Ahora continúan
utilizándolo, en precario, los aviones ultraligeros y se nos anuncia que “La Cervera”, que le sustituiría, es
posible no se realice. Uno se pone a pensar que, de ser así, va a resultar que
en aviación estábamos mejor servidos en Cáceres a principios de siglo que lo
vamos a estar ahora. ¿Quién tiene la culpa del retroceso?.
Diario HOY, 2 de noviembre de 1987
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