Creo que ha sido un acierto de la Junta de Extremadura, y así debo
confesarlo, la adquisición del inmueble conocido por “Gran Teatro” y su cesión en uso, durante casi 100 años, al
Ayuntamiento de Cáceres. De no haber sido así, este pequeño y bonito coliseo,
que tiene entre sus butacas mucho de la historia cacereña y de sus gentes se
hubiera perdido para siempre. Esto es algo que tenemos que agradecer todos a la
Junta y señalarlo, como en otras ocasiones le hemos señalado errores. Ahora ha
acertado plenamente y, no estaría demás el recordar, aunque sólo fuera
brevemente, algo de la historia de ese teatro.
Como tantas otras cosas en Cáceres, se logró gracias a una sociedad
nacida en el propio pueblo, que se quedó con acciones emitidas por la “Sociedad
de Teatro de Cáceres”. El impulsor del todo fue don Rafael Durán, pero durante
muchos años no se logró el propósito de construir el edificio y sólo figuraron
las fachadas sin nada dentro. Allí instaló una barraca de cine, de los primeros
llegados a Cáceres, Eugenio Redondo, hasta que en 1926, tras un nuevo impulso
de la sociedad, se logró coronar la obra que fue inaugurada en 1926, siendo
gobernador civil de Cáceres don José García Crespo. La inauguración se hizo un
23 de abril. Desde entonces el Gran Teatro ha estado presente en la vida social
cacereña. Fueron famosos sus bailes de Carnaval, como famoso fue su promoción
cinematográfica a cargo de la empresa “S.A.G.E.” por lo que popularmente se le
conocía como “El sage”. En la guerra fue cuartel de tropas moras, que lo
destrozaron, y rescatado de nuevo para el espectáculo, la última reforma la llevó
a cabo el decorador Anselmo Gilardi, por encargo del arrendatario del local
copropietario, don Juan Pérez, quedando prácticamente como ahora le vemos.
Como puede ver, en síntesis, allí está contenida mucha historia
cacereña.
Diario HOY, 3 de agosto de 1986
Deesconcia esta historia del Gran Teatro, o el SAGE, como se conocia vulgarmente....Buena historia...
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