No es la primera actividad
hebrea la que se iniciará el próximo sábado en Cáceres con la inauguración de
la “I Semana Cultural Judía”, porque
ha habido otros contactos anteriormente, pero sí el primer acontecimiento que
se hace en nuestra ciudad tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas
con Israel, por lo que tendrá un carácter oficial que los anteriores contactos
no tenían. Los realizados anteriormente tenían un sabor más romántico y si
llego a explicarme y ustedes a entenderme, hasta ese sabor de lo prohibido que
tienen las cosas no oficiales y sí oficiosas.
Ahora vendrá un agregado de
embajada, el señor Mordejai, que nos hablará de los judíos actuales y de los
que su país desea en estos momentos, ya que los judíos de todos los tiempos son
muy pragmáticos y aunque todo esté rodeado de exposiciones y música de algún
grupo hebreo, tendrán más un sabor oficial y actual, aparentemente sin relación
alguna con nuestros viejos barrios judíos y los judíos que salieron de aquí
antes del descubrimiento de América. Realmente casi no la tienen y todo es una
vinculación casi literaria de la que la propia organizadora de la Semana, la
señorita Esther Gordon, que estuvo ayer en Cáceres, diría que “hay que desmitificar las filias y fobias que
existen en España sobre el pueblo judío” y tiene razón, como la tenía al
decir que el judaísmo no es una sola raza, sino muchas, con un determinado
pensamiento.
Pensamiento y cultura, agregaríamos
nosotros, porque la hispanidad es lo
mismo desde el inicio de ella y la forman muchas razas a las que une
solo la lengua y la cultura. Por eso también consideramos “hispanidad” a los judíos sefarditas ya los que no siéndolo, se
educaron en Iberoamérica, con su cultura y con la nuestra. Los viejos barrios
judíos españoles son una antigualla de museo, pero no vivientes.
Diario
HOY, 17 de mayo de 1986
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.