(Incluida en el libro
“Ventanas a la Ciudad”)
Es curioso cómo los tiempos hacen olvidar las designaciones y la
propia historia de edificios que en su tiempo fueron famosos. Uno de ellos es
el que ahora se conoce por “Colegio de
las Damas Apostólicas”, de la calle General Ezponda, esquina a la de Santo
Domingo, con amplia y antigua torre de esquina y traza que, aunque transformada
cuarenta veces, sigue conservando algunos elementos de lo que fuera antiguo
palacio. Ahora se le llama así por albergar ese colegio de monjas, pero los
nombres antiguos que recibió fueron los de “Torre
de Galarza” y “Casa de los Trucos”.
El palacio, que está fuera del recinto amurallado, recibió el primer
nombre por haberlo comprado el famoso don García de Galarza, obispo de Coria,
confidente y amigo del rey Felipe II, que le visitó más de una vez en Cáceres;
una de ellas para encargarle que criara entre sus ocho sobrinos a un niño,
heredero del trono de Portugal, sin que pudiera revelar cual de ellos fuera
(Galarza y don Felipe se llevaron el secreto a la tumba). Posiblemente algunas
de estas reuniones secretas se celebraron en dicho palacio, ya que al parecer,
subterráneamente estaba unido por un pasadizo con el Palacio Episcopal, para
poder entrar y salir de la ciudad, sin tener que pasar por las puertas de la
muralla. De ese dispositivo subterráneo parece ser que le viene el segundo
nombre de “Casa de los Trucos”, ya
que “truco” antiguamente equivalía a
pasadizo, puerta disimulada, o escape “trucado”.
Hay la tradición de que al realizar unas obras en la Plaza Mayor, bajo la torre
de Bujaco, se cortó un pasadizo que, al parecer, partía del Palacio Episcopal y
seguía en dirección a la Torre de Galarza, según unos, y al Paseo Alto, según
otros.
Para completar la historia, diremos que el obispo lo compró a la
familia Dávila que lo adquirió antes, bien por requisa o compra, a la familia
judía cacereña Cohen que hubo de deshacerse de él cuando el decreto de
expulsión de los judíos, habiendo por tanto habitado en el mismo el último
rabino cacereño, don Sayas Cohen.
Diario HOY, 22 de febrero de 1986
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