sábado, 16 de septiembre de 2017

El hidrociclo Paredes


(Incluida en el libro “Ventanas a la Ciudad”)
Ahora que el tiempo está tan seco y que el que más y el que menos se aferra al pronóstico que puede, convendrá decir que, mucho antes que existiera el célebre y popular Calendario Zaragozano, de don Mariano del Castillo, humilde pronosticador del tiempo que todavía se vende, hubo otro, casi del mismo formato, hecho por un cacereño de Plasencia muy conocido en su época por sus aficiones literarias, cual fue don Vicente Paredes y Guillén.
Este pronosticador del tiempo, principalmente de la lluvia, se llamó Hidrociclo Paredes o “Calendario del Jarro”, ya que se hacía en dos formatos, el primero como folleto, recibiendo entonces el nombre de “Hidrociclo” y el otro como disco de cartón que llevaba unas aspas superpuestas, con unos jarros de agua pintados en sus extremos, que se ponían sobre el año que se quería pronosticar.
Sería largo de explicar el funcionamiento total del “Hidrociclo”, pero sí recogeremos una  leve noticia que daba su propio autor en el que poseemos y que se remonta al año de 1891. Se basa en la teoría de que cada 79 años se suele repetir el mismo ciclo de lluvias que deben coincidir con la primavera y el otoño, lloviendo entonces sesenta días y un tercio, y cuanto menor sea la coincidencia menos lluvias tendremos.
El ejemplar que poseo indica las lluvias desde el año 1885 al año 2.042 y, como estoy suponiendo que tienen curiosidad de saber qué pronosticaba para este  año, les diré el pronóstico de éste y del pasado. Para 1982 decía que las lluvias de primavera serían del 30 de enero al 28 de marzo y las de otoño del 29 de noviembre al 28 de enero del siguiente año, con lo que vemos que al no haber mucha coincidencia se pronosticaba un año seco. Para 1983, dice que las de primavera serán del 1 de junio al 30 de julio y las de otoño del 29 de septiembre al 28 de noviembre... ya veremos a ver que pasa.
En la última página decía: Se halla a la venta al por mayor y menor en la librería de José Hontiveros, Quesos, 3. Plasencia, al precio módico de diez céntimos de peseta cada ejemplar. Y continuaba: También se hallan a la venta Origen del nombre de Extremadura e Historias de los Framontanos Celtíberos, obras del mismo autor, a cuatro y diez reales ejemplar.
Diario HOY, 11 de febrero de 1983

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