(Incluida en el libro
“Ventanas a la Ciudad”)
Ahora que el tiempo está tan seco y que el que más y el que menos se
aferra al pronóstico que puede, convendrá decir que, mucho antes que existiera
el célebre y popular Calendario Zaragozano, de don Mariano del Castillo,
humilde pronosticador del tiempo que todavía se vende, hubo otro, casi del
mismo formato, hecho por un cacereño de Plasencia muy conocido en su época por
sus aficiones literarias, cual fue don Vicente Paredes y Guillén.
Este pronosticador del tiempo, principalmente de la lluvia, se llamó
Hidrociclo Paredes o “Calendario del
Jarro”, ya que se hacía en dos formatos, el primero como folleto,
recibiendo entonces el nombre de “Hidrociclo”
y el otro como disco de cartón que llevaba unas aspas superpuestas, con unos
jarros de agua pintados en sus extremos, que se ponían sobre el año que se
quería pronosticar.
Sería largo de explicar el funcionamiento total del “Hidrociclo”, pero sí recogeremos
una leve noticia que daba su propio
autor en el que poseemos y que se remonta al año de 1891. Se basa en la teoría
de que cada 79 años se suele repetir el mismo ciclo de lluvias que deben
coincidir con la primavera y el otoño, lloviendo entonces sesenta días y un
tercio, y cuanto menor sea la coincidencia menos lluvias tendremos.
El ejemplar que poseo indica las lluvias desde el año 1885 al año
2.042 y, como estoy suponiendo que tienen curiosidad de saber qué pronosticaba
para este año, les diré el pronóstico de
éste y del pasado. Para 1982 decía que las lluvias de primavera serían del 30
de enero al 28 de marzo y las de otoño del 29 de noviembre al 28 de enero del
siguiente año, con lo que vemos que al no haber mucha coincidencia se
pronosticaba un año seco. Para 1983, dice que las de primavera serán del 1 de
junio al 30 de julio y las de otoño del 29 de septiembre al 28 de noviembre...
ya veremos a ver que pasa.
En la última página decía: Se halla a la venta al por mayor y menor en
la librería de José Hontiveros, Quesos, 3. Plasencia, al precio módico de diez
céntimos de peseta cada ejemplar. Y continuaba: También se hallan a la venta
Origen del nombre de Extremadura e Historias de los Framontanos Celtíberos,
obras del mismo autor, a cuatro y diez reales ejemplar.
Diario HOY, 11 de febrero de 1983
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