sábado, 16 de septiembre de 2017

Nuestra cultura es de aluvión


Hablando con el músico cacereño Pedro Cámara que aparte de mantener una orquesta ligera, es y ha sido un recogedor de nuestro folklore, por lo mucho que ha trotado la provincia, me decía que muchas de nuestras tradiciones musicales folklóricas se tocaban con ligeras variantes en otros sitios de España. Nos ponía como ejemplo la propia jota de Cáceres, el popular “Redoble”, que sin grandes variantes se mantiene en pueblos de León o Soria, también como música propia. “Lo que yo ya no sé —agregaba— es si esa música bajó de estos pueblos a Cáceres, o si fueron los que de esos pueblos bajaron los que la tomaron de Cáceres”.
La apreciación es correctísima porque nuestra cultura, sobre todo en el campo folklórico y popular, se hizo de aluvión, o sea, de lo que trajeron los que a nuestra tierra bajaron, principalmente con ganado trashumante, a invernar en ella; práctica ésta que se pierde en los siglos. Por lógica, esas gentes trajeron sus propias canciones y su propio folklore y llevaron a sus respectivas tierras el que aquí aprendieron, como llevaron o trajeron las costumbres y aún cosas tan populares como la cocina.
Muchas de las iglesias o casas fundadas en Cáceres lo eran por ganaderos que bajaban a invernar aquí con sus ganados, que más tarde crearon la Mesta, asociación ganadera de gran fuerza y prestigio que casi duró hasta nuestros días.
Ejemplo de ello ya he señalado en la propia creación de la iglesia de San Juan, que se llamó —por razones apuntadas— “de los ovejeros”. Otra ermita desaparecida y convertida en casa de vecindad es una que existe en el inicio de la calle Fuentenueva, en la que existía un mosaico (que se ha llevado al Museo) con la imagen de la  Virgen de Balvanera, y perteneció a otra hermandad de ganaderos, no sé si de León o Soria, que también dejaron huella aquí, como puede apreciarse por el origen, no ya de tradiciones, sino de muchas familias cacereñas descendientes de esos puntos, o de puntos más alejados aún.
En cuanto a apellidos, por ejemplo de origen vasco, hay un montón de ellos en Cáceres con arraigo ya de siglos, como pueden ser: Uribarri Ibarrola, Artaloytia, Agorreta y otros muchísimos más, sin citar otros que por ser comunes al resto de España no señalaban ya origen ninguno, pero que también vinieron en ese aluvión de gentes que nos dejó lo suyo y se llevo también lo nuestro.
Diario HOY, 8 de febrero de 1983

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.