La festividad de nuestro patrono San Jorge, la celebramos por inercia
pero sin pararnos a pensar de dónde parten estas celebraciones y festejos ni
qué significan.
Pues bien, estas fiestas que ahora estamos celebrando festejan y
conmemoran la toma de Cáceres a los moros, durante la reconquista, por el rey
de León, Alfonso IX, que fue el rey que incardinó últimamente a la cristiandad
a nuestra ciudad, que anteriormente había sido unas veces de moros y otras de
cristianos.
Según cuentan los “Fueros de
Cáceres”, nuestra villa se toma precisamente ese día de San Jorge, o sea,
un 23 de abril de 1229, aunque algunos otros comentaristas del “Fuero” creen que esa es la fecha en que
el fuero se da y no la de la toma. Pero en esta polémica de especialistas no
vamos a entrar sino simplemente en la tradición que señala el mismo día para la
toma de Cáceres y para la de fecha del Fuero.
Lo de quemar los dragones —fingidos dragones de cartón piedra— ha sido
ya una cosa muy posterior. Durante algunos años anteriores hubo unas también
fingidas luchas de “moros y cristianos”
que venían a celebrar lo mismo, en las que después se introdujo lo del
simbólico dragón de San Jorge, que se quemaba, y luego ha quedado en un
concurso de dragones, que también se queman, pero suprimiendo las luchas entre
“moros y cristianos”… no sé yo si eso
de la supresión se debe a que algún año estuvieron a punto de ganar “los moros” y tuvo que tomar cartas en el
asunto el alcalde de turno para que ganaran los “cristianos”. Pero esto es cosa que ya les he contado. Lo que sí es
cierto es que la tradición de la fiesta se recoge en el “Fuero”, y desde entonces se celebraban, con fogatas en todos los
barrios y calles de la ciudad, que simulaban los campamentos cristianos, y
recoge también la tradición lo de arrojar brevas —el fruto temprano de la
higuera— a los vecinos que pasaran por estas fogatas, sin que éstos debieran
molestarse ya que de un tradición foral se trataba.
Esta primitiva tradición se ha perdido, no hace muchos años, y ha
quedado sustituida por la de la quema de dragones que es la que ahora se hace,
pero bien entendido que es memoración de la toma y reconquista de Cáceres por
el rey de León, Alfonso IX, que fue el que nos redimió de los “moros”.
Diario HOY, 23 de abril de 1983
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