Pueblos desaparecidos

En nuestra provincia se da mucho el caso de descampados con ruinas que indican que allí de antiguo existió un pueblo. Todas las designaciones señaladas como “Villaviejas”, suelen indicarlo así, pero vamos a centrarnos en pueblos abandonados, cuyas causas se han recogido históricamente y se conocen.

Comenzaremos señalando un pueblo que ha dejado de existir como tal, o al menos que hace escasamente unos años contaba con un solo vecino, como es el de Arquillos, próximo a Cañaveral, que antes se llamó Los Arcos. Todavía puede visitarse y se verá que persiste su iglesia, ayuntamiento, escuela, calles con sus nombres respectivos y casas que comienzan a arruinarse.

¿Cuál ha sido en general el motivo de abandono de algunos de estos pueblos? Las causas suelen ser diversas, pero la más común han sido las guerras, aunque existan historias peregrinas conservadas por vía oral que son difíciles de creer.

Una de estas historias es la que se cuenta de un pueblo abandonado próximo a Navalmoral de la Mata y llamado San Gregorio, del que se dice que sus habitantes lo abandonaron debido a una invasión de hormigas. Nadie me ha podido dar razones de tan invasión ni de cuándo ocurrió.

También en la zona de Navalmoral, a media legua del pueblo —como se decía antes— en el término de Peraleda de la Mata, existen las ruinas de otro pueblo que tuvo un bello nombre, el de Valparaíso. Según las antiguas historias tuvo últimamente cien vecinos y desapareció como tal pueblo en 1706, a causa del continuo paso de tropas durante una guerra ocurrida por aquí entonces y al parecer porque estas tropas lo arrasaron.

Un caso curioso, ocurrido aquí a las puertas de la capital, fue el de Zamarrilla. Estaba próximo al pantano de Valdesalor y en una finca que aún lleva ese nombre, Este pueblo se consideraba arrabal de Cáceres (como el propio Valdesalor) y fue destruido por los franceses en la guerra de la Independencia, entre 1808 y 1814. Los vecinos que quedaron no volvieron a habitarlo porque los terrenos de propios, pasaron a manos particulares, sin poder ellos hacer sus labores ni aprovechar sus pastos, ya que estos particulares se habían hecho de ellos —como sea— y figuraban como heredamiento de unas pocas familias pudientes

Hay idea de existencia de otros pueblos desaparecidos en Arguijuelas, Santa Olalla y la propia Sierra de San Pedro, donde existieron dos: Valdelacasa y Corte del Cochino, convertidos más tarde en fincas particulares.

Diario HOY, 16 de febrero de 1983