Yo he arrancado la hoja del periódico donde venía, para que mi mujer
no la vea y, por si acaso se lo cuenta alguna amiga y la convence, he comprado
por mi cuenta un pan y un queso, porque me temo que el próximo día 7 de mayo,
si las amas de casa siguen adelante con su huelga, no sólo sea el día de la
reflexión ante las elecciones, sino el día del ayuno involuntario para muchos
sufridos padres o cabezas de familia.
¿Usted no se ha enterado?, pues lea los periódicos de ayer pero haga
lo que yo, rompa la hoja porque la huelga como sea tenemos que abortarla (y
perdonen por lo del aborto que no es santo de mi devoción). Resulta que ocho
millones de amas de casa pueden ir a la huelga ese día, reclamando de los
políticos, su pensión de jubilación, y hasta lo han dicho bien claro: “No haremos la compra, ni llevaremos a los
niños al cole, ni cocinaremos, ni haremos las camas”, y en cuanto a lo del
barrer o fregar la casa no dicen nada, pero me temo que también se nieguen a
hacerlo. A mi esta segunda parte es la que menos me importa, porque una cama
más o menos aprendió uno a hacerla en la “mili”; en cuanto al barrido, por un
día o dos puede aguantar y lo demás también, pero lo que me preocupa es lo de
la compra y cocinar, no es porque uno
sea un “tragón”, pero es que yo de
cocinar no sé un apalabra. ¿Saben ustedes lo que mejor se me da a mi?, abrir
latas de conservas, eso lo hago perfectamente y ya me he agenciado algunas Lo
malo es que no sólo son amas de casa, sino que hay algunos “amos” —que se me antoja a mi que son
unos esquiroles, aunque me callo porque no me llamen machista— pero eso que en
una asociación de amas de casa se nos diga también hay algunos “amos”, ya que tienen varios varones
asociados, me ha sentado mal.
Oiga, y no se lo tome a broma, porque yo oí decir a un viejo
periodista cacereño, fallecido ya, don Narciso Maderal, que la peor huelga que
hubo en su época fue una de mujeres protestando por la subida del pan. Decía él
que en Cáceres, en su tiempo, no se había dado una huelga tan salvaje… con que
si ahora se lo toman en serio, usted me dirá. Yo no sé si los políticos se han
dado cuenta de la trascendencia que puede tener esto. En fin, que como tengo un
cuñado que es un manitas en cosa de la cocina, yo —por si acaso— ya estoy
tomando clases de él de cómo se fríen los huevos, porque yo creo que con
quesos, conservas y huevos fritos, uno podrá aguantar la huelga por mucho que
se prolongue.
…Y, oiga, de esto ni una palabra a su señora, pero vaya preparándose.
Diario HOY, 14 de abril de 1983
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