(Incluida en el libro
“Ventanas a la Ciudad”)
Ya que de la Plaza Mayor cacereña hemos hablado hace poco, vamos a
tratar hoy otra curiosidad de ella que muchos cacereños ignoran. Si nuestro
Concejo, nuestro Ayuntamiento, es tan antiguo que surgió a raíz de tomar
Alfonso IX de León Cáceres a los moros, allá por los albores del siglo XIII,
¿por qué su lugar de reuniones, la Casa Consistorial, no estuvo nunca dentro de
las murallas y sí fuera de ellas? Esta pregunta nos la ha hecho algún cacereño que
imaginaba que el lugar de ubicación del Ayuntamiento es actual y que en lo
antiguo ocupó alguna casa o palacio dentro de las murallas. Pues bien, nuestro
Ayuntamiento, desde que se creó, allá en el siglo XIII, no podía estar en otro
sitio que donde está, que es donde ha estado siempre. Nos explicaremos.
Cuando el mencionado rey da el Fuero a Cáceres, que es la ley por la
que se rigió nuestra villa casi hasta nuestros días, dijo, más o menos, en lo
que al Concejo se refiere, que habría de reunirse entre las torres del Horno y
de la Yerba siempre que la ciudad no estuviera sitiada de moros y que caso de
estarlo, sus reuniones se harían dentro de la muralla, a campana batida, y bajo
la “finestra” de Santa María. Por
tanto es el Fuero el que señala desde antiguo el lugar en que indefectiblemente
se tenía que construir la Casa del Consistorio, ya que hacerla en otro sitio
era ir contra el Fuero.
Es de imaginar que las primeras reuniones, antes de existir el
edificio, se hicieran en lo que hoy conocemos por “Foro de los Balbos”, entre las dos torres mencionadas, a las que el
pueblo ha cambiado de nombre, ya que la que hay delante es la que se llamó “de la Yerba” y la que hay detrás la de “el Horno”. Es más, tenemos la sospecha
de que el llamar de “la Yerba” a la primera
se debía a que en ella había una puerta de escape hacía dentro de muralla,
tapada de matorrales, pasadizo que existió hasta hace poco en que se restauró
la torre; pero eso no viene al caso.
Lo que sí pasó siempre es que cuando hubo que hacer un edificio para
el Concejo, no hubo más remedio que hacerlo entre esas dos torres, que es donde
está el actual Ayuntamiento y donde estuvieron siempre los anteriores, ya que
las reuniones en el interior tuvieron lugar sólo en casos de emergencia, al
estar sitiada la plaza. Mientras se construyó el actual edificio, en el siglo
pasado, el Ayuntamiento se trasladó, provisionalmente, a donde hoy está la
Facultad de Derecho, con lo que también se cumplía el Fuero, pues también está
entre ambas torres.
Diario HOY, 13 de noviembre de 1982
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