A mi me parece muy bien que nuestra Diputación intente pedir cuentas a
Televisión Española de la razón por la cual se ha desacreditado en sus
pantallas, de una amplia audiencia nacional, a los espárragos que se cultivan y
manufacturan en nuestra provincia, porque de esa industria viven muchas
familias cacereñas que pueden sentirse afectadas; máxime cuando este
descrédito, o crítica negativa, se hace a favor de otra región española, como
Navarra, que fue la única que compareció, con sus fabricantes y cultivadores, a
dicha emisión, estando ausentes los nuestros y por tanto en imposibilidad de
defenderse
Esto, quiérase o no, huele mal y ya en ocasión anterior hubo otra “guerra” parecida de productos, a favor
de marcas catalanas, referida al “foie –
gras” que se fabrica en Extremadura, precisamente en la audición de Radio
Nacional, de Luis del Olmo, en la que se puso en “la picota” a nuestro “foie –
gras” que se las vio y se las deseó, por la amplia repercusión de estos
medios, para equilibrar sus ventas y pedidos que se vieron mermados a cuenta de
ello.
Con esto, como con la política, lo estrictamente ético es que debería
exigirse hablar de los propios productos y sus cualidades, pero nunca montando
campañas hablando mal de los que están ausentes y no pueden defenderse.
Hartos estamos de ver partidos políticos que se olvidan hablar de sus
programas, pero ponen verdes a los programas de los partidos oponentes. Si esto
se va a traducir a los productos en una “guerra”
entre regiones, ello puede tener graves consecuencias para todos.
Pienso yo que en esto debería haber un cierto código por el que no
pudieran intervenir los fabricantes, sino —si acaso— las asociaciones de
consumidores correctamente constituidas que, al ser sólo eso: consumidores,
serían más libres al emitir sus juicios sin que den ese tufillo a interesados
que da el de los fabricantes y cultivadores de una determinada región.
Queda por aclarar qué interés puede tener el propio medio —Televisión
o Radio Nacional— en inclinarse hacia uno u otro lado, posiblemente ninguno,
pero aquí pasa como con la mujer del César, que no sólo debe ser honrada, sino
también parecerlo… Vamos, digo yo.
Diario HOY, 24 de octubre de 1982
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.