(Incluida en el libro
“Ventanas a la Ciudad”)
Ahora que esto del fútbol tiene tanto predicamento a todos los
niveles, no está de más recordar los primeros balbuceos de este deporte en Cáceres,
donde se da el caso que el equipo más antiguo no es precisamente el Cacereño,
sino otro modesto club, que aún persiste y que se llamó el “Atlétic Cacereño” —hoy día lleva el
nombre de “Cacereño Atlético”— cuyos comienzos se remontan a 1919.
En esas fechas hubo otro equipo llamado el “Sport Club Cacereño”, del que yo no sé si desciende el actual
equipo verde.
Lo importante es saber que el fútbol arraiga en nuestra ciudad por
esas fechas y que uno de estos primeros equipos hace su primer desplazamiento
fuera de ella, el 14 de abril de 1919, a Badajoz, donde logra ganar al “Sport Club” de aquella ciudad, lo que
afianzó aquí la afición, fundándose la primera junta directiva, que presidió el
contratista de obras, don Lorenzo Alcaraz, un entusiasta que hasta llevaba a los
jugadores en su propio coche —que debía ser un Hispano-Suiza familiar— en los
desplazamientos que habían de hacer.
Fueron hombres como éste los que consiguieron arraigar la afición en
Cáceres.
He oído hablar de Alcaraz y de
Arturo Matos, directivo también, a los que no conocí, pero siendo yo muy niño
conocí a otros directivos y aficionados, como don Juan Núñez Boaciña,
farmacéutico muy popular y presidente del club, y al doctor don Plácido Sánchez
Carrión, que no sé si era o no directivo pero tan entusiasta y seguidor del
Cacereño que cuando éste iba perdiendo solía ser el primero que invadía el
campo, paraguas en ristre pidiendo justicia, como me dicen hacía el propio
Boaciña y otros entusiastas aficionados que fueron los que acabaron creando la
afición en Cáceres, aunque no se vistieran jamás una camiseta ni dieran una
patada a un balón. Entre ellos se podría citar también al comandante González,
muerto en la Guerra Civil, y algunos otros más de los que mi buen y admirado
amigo don Fernando Turégano —que fue fundador y jugador del club— podría decir
mucho más.
Yo sé que el club ha rendido muchos homenajes de recordación pero
creo que está en deuda con esos hombres
citados a los que, a título póstumo, de algún modo debería hacer algún homenaje
de recuerdo, porque a ellos se debe el arraigo del fútbol en Cáceres y la
pervivencia del actual club. Y conste que yo no soy de los “hinchas”.
Diario HOY, 14 de diciembre de 1982
NOTA.- La foto del equipo de fútbol corresponde a la plantilla del
Atletic Cacereño F.C. del año 1932. Mi suegro (Francisco Gutiérrez Duque), el tercero
por la izquierda, de pie (nota de Teófilo Amores)
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