El “rodillo” socialista
comienza a encontrar baches en su carrera, que aunque sigue allanándolos con el
peso específico de los votos —donde puede hacerlo— indican un estado de ánimo
más operativo en la oposición que lo que lo ha sido hasta ahora. viene esto a
cuento de la “espantada” de ayer en el pleno de la diputación de todos los
componentes del grupo popular, por no estar de acuerdo con uno de los puntos
del pleno al que, tras sus reiteradas protestas, se aplicaba ese rodillo de la
mayoría que tiene esta Corporación provincial. No sucede así en la corporación
local, del Ayuntamiento de Cáceres, donde todos los grupos de oposición son
mayoría y ejerciendo su derecho de oposición suelen ir de acuerdo y revocar
algunas proposiciones de los socialistas. esto ya de por sí es un síntoma de lo
que decimos, pero en la Diputación la
oposición es minoría y no le caben más acciones que las simbólicas como la de
ayer de abandonar el pleno. Ya explicamos las razones en la reseña de la
sección, por lo que no vamos a volver sobre ellas.
Lo cierto y verdad es que de seguir así las cosas, los socialistas
gobernarán en solitario la Diputación, cosa que no es buena para la democracia
y que será legal, pero no justa, porque el electorado —que es quien da el peso
de los votos— puede darse cuenta de que las mayorías hegemónicas pueden
convertirse, y de hecho lo están haciendo, en verdaderas dictaduras legales no
deseables en un sistema plural. Cierto que hoy por hoy no podemos echar la
culpa de ello a los socialistas, sino al bisoño electorado que acumuló tanto
poder en un solo color.
¿Que todos esperábamos una mayor mano izquierda del socialismo?, eso
es harina de otro costal que no puede resolverse hasta los próximos comicios.
Diario HOY, 24 de noviembre de 1984
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