La historia no se puede tergiversar

A mí me hace gracia esta lucha que se ha suscitado entre las advocaciones de la Virgen, de Guadalupe o del Pilar, para dar a una de éstas dos advocaciones el protagonismo del descubrimiento de América, cuando en realidad —con distintos nombres— es la misma Virgen.

Y digo que me hace gracia porque la historia pasada no puede tergiversarse y está ahí con un cúmulo de documentos en “favor” de la advocación de Guadalupe que era la única que conocían los conquistadores que daba la casualidad que eran extremeños y que por ello la llevaron a América. Si los conquistadores hubieran sido aragoneses, tampoco hubieran llevado la advocación del Pilar, porque en el siglo XV, cuando se descubre América, el Pilar era desconocido, y la Patrona de Aragón era la Virgen de Monserrat, cuyo nombre sería el que habrían llevado. Las cosas no sucedieron así y para los que se ponen nerviosos con esta incruenta lucha de advocaciones, voy a proporcionar unos datos históricos.

Una protagonista del descubrimiento fue Isabel de Castilla, que estuvo una veintena de veces en Guadalupe y fue allí, el día 20 de junio de 1492, donde firma dos reales sobre-cartas, que entrega a Colón, para que Juan Peñasola y el alcalde de Palos proveyeran al almirante de naves y tripulación para la aventura.

Tras del descubrimiento, Colón peregrina a Guadalupe (no al Pilar) en 1493, para llevar “un cirio de cinco libras de cera a la Virgen”, dándole gracias por haberse librado de naufragar con la carabela “Niña”. Allí bautiza a dos indios, criados cuyos, —los primeros que llegan a España— con los nombres de Pedro y Cristóbal.

Otro dato más, la Virgen del Pilar celebra su fiesta el 2 de enero, y en 1613 se cambió al 12 de octubre, quizás con visión futura de los aragoneses.

Por último, el día 12 de octubre de 1928, el rey Alfonso XIII coronó a la Virgen de Guadalupe como “Hispaniarum Regina”, o sea, Reina de la Hispanidad.

El que quiere ver claro, que mire estos datos.

Diario HOY, 19 de octubre de 1984