miércoles, 22 de noviembre de 2017

Obras son amores…


A mí lo de las declaraciones del ministro de Transportes, Enrique Barón, en lo que a los ferrocarriles de Extremadura se refiere me ha parecido un retrasar la sentencia, o si ustedes quieren un “mantenella y no enmendalla”, porque de nada nos vale el que nos digan que no se suprimirán líneas férreas en Extremadura, para agregar después: por ahora. Ese ahora se nos hará más próximo de lo que esperamos y la verdad es que a la región más pobre de las españolas se nos va a hacer pagar el mantenimiento del ferrocarril, si es que queremos seguirlo teniendo.
A mi modo de ver es una forma de actuar poco socialista, o poco social, porque entiendo que lo social es distribuir al más pobre y débil iguales servicios que al rico, y no hacer pagar al pobre —en beneficio del rico— lo que a la larga no va a poder pagar. Además es válido, aun con ese endulzamiento del retraso, el que nos van a quedar aislada a Extremadura de Norte a Sur, y si no nos la aísla de Este a Oeste es porque el ferrocarril Madrid – Lisboa es internacional y, lógicamente, protestarían los portugueses, pero no por la capacidad de gestión de nuestra autonomía, ni por los cariños del Gobierno socialista hacia Extremadura.
Hagamos el cómputo de los ferrocarriles extremeños que quedan sentenciados a muerte. De las líneas férreas a las que se retira toda aportación, aunque podrán seguirse manteniendo por interés comercial, figura la de Zafra – Jerez de los Caballeros (47 kilómetros).
Entre los servicios subvencionados, que podrán mantenerse si la Comunidad extremeña o las entidades provinciales o locales llegan a un acuerdo con RENFE (vamos, si las pagamos nosotros), figuran Mérida – Zafra – Villanueva del Río Minas (196 kilómetros) y Plasencia – Astorga (331 kilómetros), con lo que si ustedes suman el total de tramos que quedan sentenciados —aunque la ejecución de la sentencia no sea inmediata— tendrán un total de 574 kilómetros que desaparecerán de Extremadura, si no los pagamos nosotros.
Estos son los “cariños” socialistas hacia nuestra región a la que se vuelve a marginar a pesar de las visitas y las buenas palabras, visitas y palabras que nos sobran, por aquello de que “obras son amores y no buenas razones”.
Diario HOY, 5 de octubre de 1984

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.