jueves, 16 de noviembre de 2017

Nuestros proverbios populares


Pienso yo que cuando el famoso médico de Logrosán Juan Sorapán de Rieros, que vivió del siglo XVI al XVII, puso la “Medicina en proverbios vulgares”, no hizo más que llevar la sabiduría tradicional de nuestro pueblo a esta rama del saber. Nuestro pueblo ha sido muy dado a sintetizar en refranes o proverbios, la sabiduría adquirida con los siglos quizás en el deseo de que fuera fácil aprender “en verso” la experiencia de un saber de siglos.
Todavía en nuestros pueblos hay este tipo de saberes sintetizados que te dan conocimientos sobre muchas cosas de la propia Naturaleza. Por ello, a modo de entretenimiento veraniego, les voy a informar de uno de estos proverbios que en la zona de Campo Arañuelo sigue siendo común entre los cazadores y las gentes del campo, para  conocer lo que viven las especies domésticas de animales y el propio hombre, o sea la longevidad de las especies más allegadas al hombre.
Dice este proverbio popular: “Dos años vive un milano, cuatro milanos un perro, cuatro perros un caballo y dos caballos un dueño”, lo que quiere decir, si hacemos el cómputo, que el perro vive unos ocho años, el caballo 32 y el hombre 64. El refrán es antiguo y tradicional y por tanto no contiene la certeza que tenía para su tiempo, ya que la vida media del hombre se ha alargado en los últimos años y hoy día los 64 años de vida que le da el refrán son realmente pocos, pero para los restos de las especies citadas las cifras valen, excepto para el milano que, a mi modo de ver, se toma como unidad para que sierva a las demás especies de medida, pero sin ánimo de “sentar cátedra” sobre la vida del milano —ave no doméstica— cuya vida importaba poco. En definitiva, es un modo de sabiduría del pueblo que de algún modo hay que recoger, aunque sea como simple entretenimiento.
Diario HOY, 4 de agosto de 1984

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