Allá por marzo pasado, cuando estuvo Alfonso Guerra en Cáceres, el
presidente de nuestra comunidad, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, le saludó
diciendo que “nuestra región era sumisa y
paciente” y a mi juicio le faltó decir: “y con malos gestores políticos”, lo que queda demostrado, a pesar
de los desmentidos, con la comunicación del ministro de Transportes de que
posiblemente se cerrarán líneas férreas en Extremadura. Para entendernos, que
por ferrocarril —si el asunto se lleva a cabo— no podremos ir más que a Madrid,
porque se nos cortan las líneas que unen nuestra región con la España que está
al Norte y al Sur de ella, lo que quiere decir que, en una regresión histórica
y social, volveremos a estar como a principios del siglo XIX, cuando la “Ruta de la Plata” era sólo carretera.
¡Qué dirían nuestros prohombres del liberalismo, que lucharon lo suyo por poner
en marcha esa línea férrea!
De un plumazo, por decisión unilateral que indigna a toda la región
que él representa, sus compañeros socialistas del gobierno han decidido
quedarnos tan aislados como lo estuvimos a principios del siglo XIX.
Yo ya, en una “ventana”
publicada el 22 de marzo y titulada “El
que no llora…” expresé mis temores de que esto podía ocurrir, tomando pie
del saludo servilista que nuestro presidente dirigió al vicepresidente del
Gobierno. No tenemos gestores y ese es un mal que nos va a costar caro, porque
esta es la “prueba de fuego” para
nuestra junta y nuestros políticos. Muestra de lo que digo es que a cuenta de
todo este revuelo, un político socialista en ejercicio me decía, muy indignado:
“¡A ver qué vais a hacer ahora los
periodistas que sois el cuarto poder!” Más bien deberías preguntarte —le
contesté— ¿qué vais a hacer los políticos con alguna representación, porque la
gestión es vuestra y para eso os hemos elegido. La prensa está haciendo más de
lo que puede como es, entre otras cosas, predicar en desierto a un grupo de
políticos de “tres al cuarto” que no
acaban de encontrar el camino efectivo de la gestión.
No sé qué pasará con la línea férrea, pero que tengan en cuenta esos
políticos que ello es la prueba y ocasión de demostrarnos que valen para algo.
Diario HOY, 7 de septiembre de 1984
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