El Ayuntamiento de Cáceres del año 1935, en su deseo de contar con la
historia, pidió a la comisión de Monumentos de Cáceres un informe sobre el
nombre histórico de las calles de Cáceres, que estoy por afirmar que es el
primero y único que se hizo estudiando las designaciones de las calles de aquel
entones de una forma que pudiéramos llamar “científica”,
ya que en ellas se contemplaban datos históricos sobre el origen de muchas de
nuestras viejas calles. Trataba aquel Ayuntamiento de hacer las cosas bien, en
la nominación de las calles y no estar cambiando continuamente nombre de calles
históricas por otros de la política de cada momento que no suelen arraigar en
el pueblo que acaba llamando a la calle como históricamente se llamaba. Por ejemplo,
Cánovas se llamó Avenida Luis de Armiñán, Avenida de la República y hoy de
España; o bien la calle Pintores, nombre gremial que se ha cambiado un montón
de veces pero que el pueblo sigue conociendo por su antiguo nombre. Se llamó
Alfonso XIII, de Pablo Iglesias y se llama ahora del Generalísimo, pero el pueblo
la seguirá conociendo por “Pintores”
a secas.
Es curioso saber que, sin embargo, algunos nombres nuevos
desarraigaron a los viejos y el pueblo acabó aceptando el nuevo, como es el
caso de la Calle y Arco del Rey, que durante la República se cambió por Calle y
Arco de España, y así continúa llamándose sin que el pueblo haya vuelto a
acordarse del antiguo nombre.
Sin embargo hay algo con lo que no estamos de acuerdo con el informe
de que hablamos y es el nombre de “El Rodeo”, que lo explica diciendo que se
llamó así por ser e “rodeo” que había que dar para llegar a la calle San Antón,
sin pasar por la de Camino Llano. A nuestro modo de ver este nombre tiene su
origen en que allí se hacía el “rodeo” de ganados, nombre muy arraigado también
en América.
Diario HOY, 15 de agosto de 1984
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