Aparte de que la administración socialista hable tanto del cambio y
propiciarlo, lo que sigue siendo verdad es que una cosa es predicar y otra dar
trigo, porque precisamente la administración a todos los niveles, siendo la
primera que debería dar ejemplo, viene aplicando la llamada “ley del embudo”, con la parte ancha para
su lado y la estrecha para el de los demás, siendo ella la menos propicia para
cambiar cuando es la que debería dar ejemplo.
A nivel nacional hay noticias que parecen insólitas. Recordamos una
reciente de un industrial valenciano, al que su ayuntamiento le ha embargado
por unos pequeños débitos de unos miles de pesetas, cuando el propio
ayuntamiento que le embarga debe al industrial casi cinco millones de pesetas,
que no hay forma de que éste cobre. Precisamente, en declaraciones que el
industrial hizo, dijo que al no pagar esas tasas trataba de resarcirse de algún
modo del mucho dinero que le deben y que no es capaz de cobrar. Pues bien,
estas cosas que trascienden como noticias nacionales se dan también en el terreno
local y provincial porque parece que esto es un mal administrativo que no hay
quien arregle. Un montón de casos conocemos de industriales de nuestro entorno
—sobre todo de la construcción— a los que se les deben cifras sustanciosas, que
cobran mal y tarde, aunque se los pasa a la ejecutiva por alguna gabela que
ellos deben a sus deudores. Un caso palmario y reciente es el de la Asociación
de Empresarios de Ambulancias de nuestra provincia a los que el INSALUD les
debe de cuarenta a cincuenta millones de pesetas, sin que sean capaces de
cobrárselas, aunque a ellos se les exigen puntualmente sus débitos a la Seguridad
Social, recargándoselos con un 20 por ciento si se retrasan. En definitiva, que
es la Administración la que debe dar ejemplo y no seguir con la ley del embudo.
Diario HOY, 22 de mayo de 1984
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.