La colmena de San Francisco

San Francisco, el complejo cultural, se nos ha convertido en una verdadera colmena por la cantidad de actividades que, conjuntamente, allí se vienen celebrando. Sobe todo en estos últimos tiempos donde conferencias, congresos, exposiciones y representaciones de teatro han coincidido y, contra todo pronóstico, ha habido público para todo ello, y lo que es más importante, un público en su mayoría joven que es asiduo asistente a cualquier manifestación cultural que se programa.

Sólo por citar actividades coincidentes de las últimas semanas, podríamos hablar de la “Exposición de Historia y Arte de Extremadura”, por la que pasaron más de 20.000 personas; “Congreso de Parapsicología”, “Semana de Teatro”, ciclo de conferencias sobre masonería y el montaje de la SEMACON-84, que se realizaba al par que se celebraban el resto de los actos, habiendo público suficiente y sobrado para todas y cada una de las actividades.

Lo cierto y verdad es que como unos recintos estaban cerrados y el paso a otros se daba por claustros y pasillos que había que recorrer, buscaba cada cual lo que le interesaba y el trasiego de gentes hacia una u otra actividad daba la sensación de colmena de que hablamos.

Conste que, como cacereño, me complace toda esta actividad que habla bien a las claras de las inquietudes de nuestra gente que, a Dios gracias, acuden a la mayoría de las cosas que se programan —a unas más y a otras menos, como es lógico— pero el bajar a San Francisco se ha hecho habitual. Digo esto pensando en los muchos detractores que hubo cuando a don Jaime Velázquez y su Corporación se les ocurrió montar todo este complejo al que muchos calificaron de obra faraónica. Hoy día queda demostrado que era una obra necesaria, y hasta me parece muy bien que la Corporación heredera de la misma haya sabido aprovecharla al máximo.

Pienso yo que “los tiros hay que hacerlos por elevación”, como sucedió aquí, metiéndose en obras no sólo para paliar el momento, sino pensando en las necesidades de la población a cincuenta años vista.

Todo lo que no sea hacer así las cosas es, como suele decirse, “pan para hoy y hambre para mañana”.

Diario HOY, 7 de abril de 1984