Ahora a nuestro ayuntamiento, en el capítulo de honores, le ha dado
por instruir expedientes de “hijos
predilectos” y, en poco tiempo, tenemos tres títulos de este tipo casi
seguidos: Enrique el Cojo, el Maestro Solano y Juan Ramón Marchena. Pero hay en
este capítulo de los “honores” que
señala un reglamento existente sobre ellos, otros muchos. Lo que pasa es que
cada tiempo tiene sus modas y ahora ha entrado la de los “predilectos”, aunque en tiempos no muy lejanos hubo otros honores
otorgados de los que nadie se acuerda. Por curiosidad vamos a reseñar algunos
de ellos, los más llamativos, porque sería largo hacer mención de todos. Por
ejemplo, nadie recuerda que hay otorgado el título de “alcalde honorario” al presidente de la “Asociación de Conquistadores de Bradentor” de Florida (Estados
Unidos), que se concedió en 1962 para cualquier presidente de dicha asociación
norteamericana mientras ésta existiera. En el capítulo de “medallas”, se crearon diez de oro, de las que se concedieron seis:
a Franco, en 1944; teniente coronel
Joaquín González Martín, en 1943; Jorge
Vigón, en 1959; al prelado Llopis Ivorra, en 1961; a don José Camilo Alonso, en
1967; todos ellos han fallecido ya.
Medalla de plata se crearon 15, concediéndose sólo tres: a don Carlos
Estévez Montagut, en 1961; a don Ángel Falero Pulido (funcionario municipal) en
1964 y a don Enrique de la Hoz, en 1967.
De las medallas de bronce se crearon 20 concediéndose sólo una a don
Telesforo Morato Vinagre, que fue jardinero mayor, fallecido ya, en 1963.
Por aquel entonces se concedieron un total de 11 títulos de “hijos adoptivos” en los que sería largo
mencionar a todos, pero ente los que figuran: don Blas Piñar, don José Luis de
Arrese y don Gregorio Marañón Moya. Concejales honorarios se nombraron seis, la
mayoría fallecidos, y alguos a título póstumo y perpetuo, como fue el caso de
don Gabino Muriel Espadero, en 1969; siendo también concejales de honor: don
Eleuterio Sánchez Manzano, don Álvaro Cavestany, don Manuel González Valcárcel,
don José Luis Moris y don Pascual Lorenzo Ochando, También diremos que hubo
nombramientos honorarios de “cronistas oficiales”,
de los que creo sólo vive don Carlos Vallejo. Valga esto como curiosidad para
los cacereños.
Diario HOY, 30 de abril de 1984
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