Yo no sé si el caso que se me viene dando a mí es único o se le da a
otras muchas personas. Para que ustedes lo entiendan, yo soy un mal
fisonomista, y resulta que cuando sale el ministro de Economía, señor García Díez,
lo confundo con un actor —que no sé como se llama— pero que hacía el papel de
“cartero” en aquella serie televisiva que hubo titulada: “Cónicas para un
pueblo”. A mí el actor ése —del que no se su nombre— me resultaba muy gracioso
quizás por el simple gesto, y nada más le veía aparecer en la pequeña pantalla
comenzaba a reírme como un tonto aún antes de que el dichoso “cartero” abriera
la boca. Pues bien, ahora me sucede lo mismo con el ministro, y nada más que le
veo aparecer para tratar cosas serias —como son todas las relacionadas con la
economía— me entran unas risas tremendas que no puedo aguantarme por mucho que
mi mujer —que conoce mi confusión— me diga: “No te rías, que este no es el
“cartero.”
Hasta temo yo que si alguna vez viene por aquí y, por profesión, tengo
que verle —a lo peor en una rueda de prensa—
no voy a ser capaz de contenerme las risas en sus propias barbas y hasta
voy a tener que explicarle lo que con su fisonomía me pasa, cosa que estimo no
le va a sentar nada de bien.
Ustedes se preguntarán ¿y por qué nos cuenta hoy estas cosas personales?...
y tienen de antemano razón. Porque el que el señor García Díez se parezca al
“cartero” no disminuye en un ápice su capacidad de gestión que debe ser mucha a
juzgar por esa esperanza de salir de la crisis económica, que se dice está
logrando el poner de acuerdo los intereses de las empresas, los sindicatos y el
propio Gobierno. Hasta se agrega que en un año, si se cumple todo lo prometido,
se logrará el relanzamiento de la economía española; cuestiones todas de las
que yo me alegro, como nos alegramos todos, y yo seré el primero que le
aplaudiré sin reservas cuando vea que esta esperanza ha logrado convertirla en
realidad… ¿Saben lo que voy a hacer?, pues no mirar cuando salga en la pequeña
pantalla y oírle solamente… Porque como le mire a la cara no voy a poder
contenerme la carcajada y, claro, no voy a enterarme de nada. Por lo demás,
ojalá y acierte, y “ustedes disimulen” por esta debilidad mía que les confieso
en secreto.
Diario HOY, 9 de junio de 1981
NOTA.- El papel de
“cartero” en la serie “Crónicas de un pueblo”, lo interpretaba Jesús Guzmán
Gareta
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