Que me perdone mi buen amigo, José Antonio de Arco, delegado de
Estadística en Cáceres, si digo que yo no creo en las estadísticas y que tengo
mucha reserva con ellas y con las proporcionalidades que resultan muchas veces
de su aplicación.
Digo esto, porque resulta —según ellas— que Badajoz está a la cola de la
renta nacional por habitante, y Cáceres al parecer, la cuarta por la cola, o
algo así. Unido eso a que nuestra provincia ha perdido desde el año 1970,
46.238 habitantes… “y lo que te rondaré morena”, y que aquí se han puesto —para
negocio de foráneos y muy poco de indígenas— algunas grandes industrias como
las centrales hidráulicas o nucleares, vienen a darnos el que si se repartieran
por habitantes esos dineros, sí habríamos progresado en nuestra renta “per
cápita”. Pero con esto pasa como con el ejemplo tan manido de que, si en una
habitación donde hay cuatro personas se entra, para que coman, un pollo, según
las estadísticas, cada una de esas personas tocaría a un cuarto de pollo, pero
la realidad es muy otra, porque —al menos en nuestra provincia—, uno es el que
se come el pollo y los otros tres son los que rebañan los huesos… si los dejan.
Igual pasaría si tratáramos de repartir las fincas que existen en la
provincia, entre los pocos que vamos quedando en ella, que tocaríamos a una
serie de tierras que nos harían —teóricamente— más o menos ricos a todos…. pero
resulta que nuestros latifundios los disfrutan cuatro o seis personas, que son
los que se reparten el mayor bocado de fincas que la pueblan, para quedar el
resto de la tierra y la peor parte para la mayoría, dándose además el caso de
que estos latifundios nuestros dejaron de ser vecinos de Cáceres hace ya muchos
siglos.
Nuestro mal —que no reflejan las estadísticas— parte de la
Reconquista, en la que los señores que vinieron del norte a conquistarnos, se
repartieron la tierra que fueron heredando de padres a hijos y que procuraron
no saliera de los pocos que llegaron de fuera que, a partir del siglo XVIII,
volvieron a irse fuera, pero con los títulos de propiedad de la tierra
conquistada… ¿Qué esto se ha arreglado en alguna parte?, es posible, pero el
mal continua y por tanto el pollo se lo siguen comiendo cuatro señores, mientras que el resto toca a “hueso per
cápita”, cuando les llega algo… Por eso no creo yo ni en renta per cápita ni en
estadísticas.
Diario HOY, 5 de diciembre de 1981
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