En esto de la lluvia nos está fallando hasta “El Nano”. Para el que no lo conozca diremos que “Nano” —diminutivo de Mariano— es ese
peculiar personaje que recorre las calles de Cáceres, provisto de alguna
bandera y de alguna estampa o imagen de santo, “echando sermones”, que si en su contenido no dicen mucho, sí lo
dicen en su sonido que, oídos solo en su aspecto musical, son verdaderas piezas
oratorias al viejo estilo. Pues bien, ¿qué pasará con la sequía, que hasta
“Nano” se equivoca?. Porque antes, nada más que se le veía sermonear por las
calles, los cacereños decían: “Mañana
seguro que llueve, porque anda Nano con su procesión”… Pero ahora, “¡que si quieres arroz Catalina!”, Nano
está sermoneando diariamente y hasta los miércoles, a la entrada del mercadillo
franco de Camino Llano, se instala con una caja de zapatos, provista de una
ranura, a modo de alcancía, y de un cartel que dice: “Para el Santo de la lluvia”… y nada, por más sermones que echa, no
hay forma de que llueva.
Esto nos recuerda la serie de personajes callejeros célebres de
Cáceres que se dedicaron a vaticinar lluvia. entre los más destacados e
ingeniosos figuraba “Enrique el Saldista” que por los años de “la pertinaz”, allá por los 50, solía
vender el “Calendario Zaragozano para el
año venidero”, anunciándolo a voz en grito: “¡¡Agua, agua para el agricultor… La Luna en Capricornio, lo dice don
Mariano (don Mariano del Castillo, autor del Zaragozano)… solo por treinta céntimos!!”, que era el
precio que tenía el aludido calendario, al que siguen recurriendo muchos de
nuestros hombres de campo. Cierto también que “Enrique el Saldista”, no debería tener mucha fe en el calendario,
porque a veces decía; “¡Mentirosos a treinta céntimos!”, y agregaba: “Calendario ‘vendío’, calendario ‘bebío’”,
porque el producto de la venta se lo bebía en la taberna de “Jerte” que era la más típica y popular
de entonces… Pero en esto de la predicción de la lluvia hubo, antes del
Zaragozano, otro calendario que se editaba en Plasencia y cuyo nombre no
recuerdo, que también vaticinaba lluvia y se vendió bien hasta que el “Zaragozano” le arrebató su popularidad…
Pero volviendo al tema, yo tengo que confesar que más fe que en los
calendarios tengo en los “hombres
barómetro”, esos a los que les duele algo cuando varía el tiempo, y tío
Pedro, un casareño al que conozco, me ha dicho: “La lluvia está al caer, porque yo estoy como “embocío”. Estar como
“embocío”, en el Casar, es algo así
como sentirse mareado… a ver si acierta.
Diario HOY, 10 de noviembre de 1981
NOTA.- La foto de El Nano, jovencísimo, que ilustra esta "Ventana", fue localizada por el incansable investigador don Ángel Granadero Ropero. ¡Gracias!
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