La verdad es que no tenemos suerte con los temas nuestros que trata
Televisión. Prueba de ello es el reportaje que nos puso, no hace muchos días,
de Granadilla, en el que nos quedamos con las ganas de ver cómo está ahora
Granadilla, abandonada, convertida en una isla o península, etc., porque la
cámara se empeñó en tomar sólo primeros planos de tejados en ruinas, que lo
mismo podrían ser de Granadilla que de algún desvencijado almacén de Alcorcón,
ponemos por caso. En fin, de agradecer es que se traten temas extremeños,
aunque no sean al gusto de todos y ello nos da pie para decir cuatro cosas
sobre esta desgraciada villa cacereña, que nos ha quedado momificada en vida
como momificados quedarán otros muchos pueblos extremeños si Dios no lo
remedia.
Granadilla fue en tiempos un pueblo esplendoroso, cabeza de una
congregación de pueblos a los que pertenecen dieciséis localidades de Cáceres y
dos de Salamanca; más tarde, cabeza de partido a la que pertenecieron pueblos
tan importantes como Hervás… y todo ello se vino abajo hasta quedar convertido
en un pueblo abandonado, cuyas tierras sirven de fondo al pantano de Gabriel y
Galán, y cuya villa ha quedado como una isla a veces y como una península
otras, cuyo actual propietario —que creo es la Administración— no sabe qué
hacer con ella, y la está dejando que se arruine por sí sola, aunque se ha
teorizado mucho sobre futuros usos que puedan dársele.
Hay una curiosidad que desconocen muchos cacereños y es que el verdadero
nombre de esa villa fue el de Granada, pero al tomarse la Granada mora de
Andalucía, en 1492, para no confundirlas se le varió el nombre a la nuestra y
se le puso Granadilla, aunque sus naturales —en documentos, alguno de los cuales
han pasado por mis manos— hacían referencia siempre al antiguo nombre de
Granada, y Granada la siguieron llamando, por uso, hasta finales del siglo XVII.
Es, si se quiere, un típico ejemplo de pueblo venido a menos, cuya suerte ha
podido, y aún puede variar, si la Administración hubiera tenido más decisión
sobre ello.
Uno de los proyectos de que se habló, no hace muchos años, era el de
convertir aquel bello paraje y villa en una especie de “Parador Nacional”, en el
que los alojamientos fueran sus propias casas restauradas y el magnífico
castillo que aún está en pie. Es más, parece ser que una sociedad alemana tenía
interés en esta transformación para montar allí una especie de villa-hotelera,
para albergue de cazadores y pescadores que pudieran ejercer este deporte en el
contorno…, pero de todo ello no ha vuelto a saberse nada. ¿Qué pasó con el
proyecto?
Diario HOY, 28 de noviembre de 1981
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