¿Ustedes han visto cómo se pone la carretera a la altura del estadio
Príncipe Felipe cuando hay partidos de fútbol? Pues igualito se pusieron el
domingo las carreteras próximas a algunos cotos, con motivo de la salida de la
“media veda”. Yo puedo decirles que en las inmediaciones o lindes de varios
cotos conté alrededor de sesenta coches y otros amigos aficionados a la caza me
han confirmado lo mismo en muchos de nuestros pueblos. La del domingo no fue
salida de veda, sino guerrilla, donde tras de cada mata y cada árbol había una
escopeta tirando tiros a lo que se movía por “tierra, mar o aire”. Así paso que
la Guardia Civil, según nos han dicho, quitó escopetas y denunció a muchos aprovechados
de esos que se saltan la ley a la torera. Es más, aunque en cada punto se sabe
los que son, hubo que establecer controles en la carretera para ver quién traía
tórtolas y quién traía otras piezas prohibidas; algunos debieron “caer” con
estos controles y más van a caer en el futuro, lo que nos parece “de perlas”,
porque las leyes están para cumplirlas y no sólo para leerlas.
Hablando de estas cosas, se asombraba un compañero nuestro —que no es
cazador— de que le hubieran invitado a cazar conejos con butano. El método no
es nuevo, pero a el se lo pareció, y hubimos de explicarle cómo era. Es más,
recuerdo que esta “novedad” debió surgir en nuestra tierra, porque hace años,
en una tertulia de caza en la que participaba el gran cazador y escritor que es
Miguel Delibes, hubimos de explicárselo también porque entonces él lo
desconocía. Se organiza la caza del siguiente modo: A los conejos que se
encierran en los vivares y no hay forma de sacarlos ni con hurón, se les enchufa
un tubo de goma en una de las bocas del vivar —tapando todas las otras… que
termina en una bombona de butano, se abre la espita, y los animales, antes de
morir asfixiados salen de estampida y se los recoge —o bien con redes o bien
con escopetas— una vez que están en campo raso. Como podrán imaginarse el método
está totalmente prohibido, entre otras cosas por el peligro que ello supone Así
que cuando vean por el campo una partida con la “bombona”, no se crean que van
a acampar, sino que van tranquilamente de caza. Para que vean a lo que recurre
la gente. Pues bien, también se empleó butano el domingo en algún pueblo de la
provincia y otros métodos prohibidos y originales, sobre los que en alguna otra
ocasión volveremos. Lo que sí nos complace es que la Guardia Civil vigile,
porque ello es una garantía para los que, de verdad, son cazadores.
Diario HOY, 25 de agosto de 1981
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