No ha caído bien aquí, entre mis paisanos, las declaraciones del
alcalde de Badajoz, Luis Movilla, que ha dicho que su ciudad “es la de mayor
prestancia para representar como capital a la región”, saliendo al paso del
acuerdo de UCD y anterior del PSOE de proponer a Mérida como sede de las
instituciones autonómicas. Por ello, el alcalde en funciones de Cáceres, Jesús
Guirau, se ha apresurado a declarar que para capitalidad como Cáceres ninguna,
porque es la ciudad que cae más en el centro de la región —la más centrada—,
aunque a veces sus políticos se descentren, como es el caso de un senador que,
lejos de defender una tesis equilibrada que beneficie a Cáceres —la ciudad a
quien representa— se inclina por el desequilibrio, hasta el punto de que por
aquí se han preguntado: “¿No será que en las próximas se va a presentar a senador
por la otra provincia? Al fin y al cabo él no es de ninguna de ellas.”
En fin, sin entrar en profundidades, lo que me temo es que los
alcaldes de las demás ciudades de las dos provincias comenzarán a hacer sus
declaraciones en el sentido de decir: “Para capitalidad la de mi ciudad, que es
más guapa, o más alta, o más rubia, dicho sea sin ánimo de ofender a nadie, ni
con deseos de alabarme.”
A mi esto me recuerda la fábula del reparto que hizo el león, que
acabó diciendo: “Y esta parte más grande me la llevo por ser el león, y el más
fuerte.” Esa sería la tesis de Badajoz, en la simplicidad de las declaraciones
de Movilla y olvidando que nuestros hidalgos —tanto los de Cáceres como los de
Badajoz— le decían al rey: “Como hidalgo, señor, valgo tanto como vos y todos
juntos valemos más que vos.” Porque todas las provincias con su capital, son
hidalgos que valen tanto unos como otros, y aun tanto como el rey, y lo que
importa no es el tamaño, sino la unión, porque todos juntos valemos más que el
rey, pero desunidos no. Los hombres son hombres, aparte de su tamaño, y las
provincias provincias pariguales, aparte de las dimensiones de sus capitales o
pueblos…
Por ello, yo pensaba que el gesto de los de UCD de Cáceres se tomaría
por generoso, ya que no han pedido esa capitalidad para ninguna ciudad de su
provincia, ni para ellos, sino para una ciudad de Badajoz… ¿Qué hubiera dicho
Movilla, si esa capitalidad se pide para Trujillo, o Plasencia, o Coria,
ponemos por caso? En fin, que a los alcaldes no hay quien los entienda.
Diario HOY, 6 de agosto de 1981
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