El hombre de a pie, el hombre de la calle, marcha muchas veces con
retraso. Recuerdo que cuando lo del sindicato vertical, algunas de estas gentes
sencillas comenzaron a enterarse de lo que era cuando lo quitaron. Pues bien,
ahora parece que el “Juan del Pueblo”, o “José Poviño” como le llaman los
portugueses, va a sufrir el mismo despiste de interpretación con las
autonomías, aunque no se atreva a afirmar que se enterarán de lo que son cuando
las quiten.
Viene esto a cuento de que algunos se asombran cuando algunas
entidades dedicadas a estos menesteres afirman, tras de encuestas hechas en
diversas regiones, que “las autonomías aumentarán la presión fiscal”. La
encuesta que comentamos es una hecha por “Sofemasa” para el Centro de Estudios
y Comunicación Económica, que por cierto pasa por alto la opinión de los
extremeños en cuanto a la autonomía, y que viene a decir que el primer fenómeno
negativo para el hombre de la calle es que habrá un aumento de la presión
fiscal, así como que estiman también negativo la movilidad de los trabajadores
por el territorio nacional que quedará limitado por las “diversas
nacionalidades”…
¿Pero es que se creía que los mayores gastos de la autonomía, la
duplicidad de nuevos cargos y el montar una nueva burocracia a nivel regional
iba a ser gratuito? En cuanto a los trabajadores, ¿es lógico que cada región
reserve sus puestos de trabajo para sus administrados regionales?
Decía nuestro paisano Roso de Luna que la evolución del mundo se mueve
no en círculos, sino en espirales que a veces parecen en retroceso pero que
luego a la larga no lo son. ¡Ojalá no se equivoque el fallecido y sabio
paisano, porque a veces parece que esto de las autonomías es volver a los
antiguos reinos o a las taifas!
Entonces, para financiar lo que pudiéramos llamar la administración del
reino o la ciudad se cobraban toda clase de alcabalas, portazgos y derechos de
paso del ganado y de otros productos de los otros reinos o nacionalidades… ¿No
se intentará ahora hacer otro tanto, y por consecuencia dar un paso atrás en la
economía? Yo no lo sé, pero el que haya varios “listos” que se han lanzado a ocupar
cargos regionales bien remunerados me tiene un poco mosca, porque, oiga, los
sueldos de esos ministros regionales, como el de los nacionales, salen de los
mismos bolsillos, o sea, del mío y del suyo, y la verdad, como “socios” de este
negocio, ¿qué ganamos usted y yo?
Diario HOY, 7 de agosto de 1981
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