En alguna ocasión lo he dicho y hoy vuelvo sobre el punto con más datos.
La talla media del español ha aumentado desde la guerra civil hasta ahora,
quizás por el cambio radical de alimentación, por una mayor práctica del deporte,
o por la causa que sea. No hay que remontarse a tiempos más antiguos para ver
que ésta ha sido una constante de la humanidad. Por ejemplo, las armaduras que se
conservan en el Museo del Ejército, la de Carlos V, no podría hoy ponérselas
una persona adulta, aunque fuera de talla bajita. Pero sin irnos tan lejos, yo
puedo decir que desde los años cuarenta en adelante la talla media del español
aumentó, hasta el punto de que entre los que fueron “quintos” conmigo, el tener una talla de un metro setenta se consideraba
ser alto y ahora esta talla se ha quedado en una talla media indiferenciada,
porque los que ahora se consideran altos rebasan el metro noventa.
Sin ir más lejos, el pasado domingo se tallaron en Cáceres los mozos
del reemplazo de 1985, pasaron a tallarse un total de 1.256 pozos, aunque
algunos por residir en otros sitios lo hicieran en lugar distinto, pero el caso
es que el más bajito, Francisco Cisneros, dio una talla de un metro 49,
quedando excluido porque para ser soldado se exige ahora 1,546; el más alto fue
Sebastián Prieto, que dio un metro noventa y cinco, lo que quiere decir que la
talla media de ese reemplazo está en los 172 metros, que en mi época era una
talla reservada para los que se decían altos Hoy día, con ese talla, no pasa
uno de ser del “montón”, como bien
demostrado queda. Los ingleses festejan su victoria sobre los franceses en una
batalla que se dio en Arroyomolinos de Montánchez, durante nuestra guerra de la
Independencia, vistiendo esos uniformes en un desfile, pero son ya tan pequeños
que han tenido que recurrir a que se los vistan niños ingleses, para poder
seguir con la tradición.
Diario HOY, 13 de marzo de 1984
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.