(Incluida en el libro
“Ventanas a la Ciudad”)
A cuenta de la imposición de nombres indios a las calles del polígono
“Isabel de Moctezuma”, alguien me ha
preguntado algún detalle de esta señora de la que los cacereños actuales
sabemos que fue una princesa india, que casó con un cacereño y fundó aquí su
casa, en la que habitaron sus descendientes, cacereños como nosotros, pero
primeros representantes de un mestizaje en el que se unieron dos razas. Como
resulta que la vida de esta doña Isabel es una verdadera novela, que viene muy
bien para preparación de ese V Centenario del Descubrimiento, vamos a narrarla
brevemente.
El ya fallecido investigador, conde de Canilleros, la llamaba la novia
de Extremadura, porque esta mujer conoció el amor a través de cuatro
extremeños, fue viuda cuatro veces y se casó cinco, dos con príncipes aztecas
como ella y tres con extremeños.
Nació el 11 de julio de 1510, hija del emperador azteca Moctezuma y de
su esposa Telzalco; primera y única princesa legítima del imperio, se le impuso
el nombre de Tecuixpo Ixtraxochil, que quiere decir copo de algodón, capullo
blanco. Años más tarde, nace su único hermano legítimo varón, Axayacati, aunque
tenía hermanos y hermanas bastardos tenidos por su padre con sus numerosas
concubinas. Cuando Hernán Cortés llega a Méjico, Tecuixpo tiene nueve años.
Vivió con Cortés y los españoles al lado de su padre, Moctezuma, cuando es
prisionero de éstos. Muerto Moctezuma, los aztecas se alzan contra los
españoles, los hacen huir, tras de la Noche Triste, y a Moctezuma le sucede su
hermano Cuitlahuac, que casa con Tecuixpo, para reforzar sus derechos
dinásticos. El matrimonio, que es meramente simbólico, dura tres meses ya que
Cuitlahuac muere y le sucede Cuauhtemoc, tío también de Tecuixpo, que casa con
ella por las mismas razones, sin consumarse el matrimonio ya que la princesa
cuenta sólo diez años, aunque ha sido ya dos veces casada y una vez viuda.
Viene después la guerra con los españoles, que pierden los aztecas,
siendo hecho prisioneros Cuauhtemoc y su esposa, precisamente por el cacereño
García Holguín.
A Tecuixpo la bautiza el padre Olmedo, imponiéndole el nombre de
Isabel de Moctezuma, aunque para los indios el nombre se convierte en Isapelzín,
ya que la terminación “zin” significa
princesa; llegan los misioneros y ella abraza la religión de Cristo dentro de
la cual hará una verdadera vida apostólica convirtiendo a sus súbditos a
nuestra religión. Por razones políticas la casan, a los dieciséis años, con el
alcantarino Alonso de Grado, que muere un año después, volviendo a quedar viuda
por tercera vez. Hernán Cortés la lleva a residir con él y la seduce, teniendo
una hija llamada Leonor Cortés de Moctezuma, obligándola a casarse —para cubrir
el expediente— con Pedro Gallego de Andrade, de Burguillos del Cerro, mozo de
espuelas de Cortés, de cuyo matrimonio tiene un hijo, Juan de Andrade
Moctezuma.
Pero en 1531 muere Pedro Gallego de Andrade, volviendo a quedar viuda
por cuarta vez, cuando cuenta veinte años. Es ahora mujer rica porque se le ha
reconocido su rango y se le han devuelto algunas de sus tierras.
A los veintiún años, en 1532, contrae nuevo y definitivo matrimonio
con el cacereño Juan Cano de Saavedra, del que tiene tres hijos y dos hijas,
formando el hogar y la casa de Cáceres en la que habitará después su hijo Juan,
partiendo de él la historia cacereña de los Moctezumas. Muere en 1550 cuando
contaba cuarenta años.
Diario HOY, 16 de febrero de 1984
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