
Lo que es menos lógico es que ahora, en época de la reconciliación y
en la que en España no hay vencedores ni vencidos —al menos teóricamente— haya
por ahí otro mono que se enfada por todo lo contrario, por llamarle: “fascista” o “fachas”. Estoy seguro que de vivir “Pepe”, el mono de los Floriano, ya hubiera pasado este trauma y no
se enfadaría porque le dijeran una cosa u otra.
Lo extraño es que ahora, en reconciliación y democracia, algunos
humanos sigamos tan traumatizados como para enseñar a los animalitos a
enfadarse por llamarlos de un modo u otro, utilizando como arma arrojadiza
—totalmente extemporánea— lo de “rojo”
o “fascista” y que haya partidos y
personas que aún no hayan aprendido que en la España actual y democrática caben
todos los credos o ideales, sin que unos se enfaden con otros y, el mentalizar
a las personas en esa lucha, es utilizarlas como a monos sin mentalidad propia.
Para finalizar esta “ventana”,
y cambiando de tema, acuso recibo de la carta abierta que a una de ellas dirige
el presidente de la Diputación, Manuel Veiga. Si ustedes la han leído, habrán
podido calificarla.
Diario HOY, 18 de enero de 1984
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