jueves, 19 de octubre de 2017

El jardín romántico


Tras de haber leído los acuerdos sobre los grandes objetivos políticos de la Corporación Municipal, tras de la reunión del alcalde con los portavoces de los distintos grupos políticos, me ha llamado poderosamente la atención la construcción de un nuevo parque que se llamará de la Constitución y se realizará en las traseras del Complejo Cultural de San Francisco —precisamente por la Diputación— contando con unas zonas de esparcimiento, cafetería, parque infantil y jardín romántico, en la Rivera del Marco.
Me complace todo esto, pero estoy tremendamente intrigado por saber qué es eso de “jardín romántico”, porque el nombre es francamente bonito, y porque ya es hora de que los grupos políticos se preocupen un poco del romanticismo y no sólo de las cosas de tejas abajo. Suena bien esto de jardín romántico, pero no acabo de averiguar qué es lo que nuestros políticos, paridores de la idea y de la designación, entienden por romanticismo. ¿Será que se va a obligar a los poetas a montar cátedra en el mencionado jardín?, ¿será que se van a poner allí los bustos de nuestros poetas?, ¿será que se va a apropiar aquello para que las parejas se arrullen?, no lo sé, ni nadie me lo aclara.
Echando un poco la imaginación a volar, uno piensa en una inauguración de aquel jardín romántico, en la que nuestro alcalde y nuestro presidente de la Diputación, coronados de laurel y vistiendo clámides, encabezarían una procesión cívica, al son del sistro, la lira y el tambor, en la que figuraran, llevando todos el ritmo a estilo griego, los concejales y los diputados provinciales, coronados de pámpanos y seguidos de canéforas con cestos de flores a la cabeza. Puede que no nos remontemos a tan antiguos tiempos y todo se quede en una inauguración a sonetazo limpio en la que unos y otros se hablarán al menos en prosa poética para la que propongo como estribillo la siguiente cuarteta:
“Arreglemos los problemas
de nuestra gran población
y cantemos, por las buenas,
con romántica ilusión”.
No es muy bueno, pero podría valer.
Diario HOY, 13 de diciembre de 1983

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.