A mí personalmente y creo que conmigo a muchos cacereños, aunque no
debo hablar más que de mi propia experiencia, me sorprende la declaración del
presidente de la Junta de Extremadura, R. Ibarra, referida a la creación de una
fábrica de cigarrillos, rechazada por él, según dice, porque no crea más que
veinte puestos de trabajo. Pienso yo que estas cosas industriales suelen comenzarse
por poco, porque lo que interesa es comenzar y me suena su salida —dicho sea
con todos los respetos que me merece el cargo— como la de la zorra de la fábula
de las uvas que viendo que no las alcanzaba no se le ocurrió más que decir “no las quiero, porque están verdes”.
A los cacereños lo que nos importa es que se comience a tratar aquí la
materia prima que ya producimos y muy bien y que esto no es cosa de regímenes
políticos, sino de los tabaqueros veratos que aprendieron magníficamente a
cultivar esta planta y que esperaban, de éste o de cualquier régimen —porque
para esto no debe haber colores— que también comience la industrialización,
aunque sea con una pequeña fábrica de sólo veinte puestos de trabajo, porque
como dicen los chinos, “un largo camino comienza con el primer paso,
y lo importantes es darlo”. Aquí todavía no hemos dado ese primer paso para
la manufactura tabaquera y creo que es por lo que debemos comenzar, aunque al
presidente extremeño no le parezca cosa importante. Los miles de plantas de
tabaco que ahora se siembran recogen en
Extremadura comenzaron con la siembra de una primera planta, en la Vera, tras
de la pérdida de Cuba y con el solo fin de ver si los agricultores veratos
aprendían el cultivo de la planta y se interesaban por ella, siempre bajo la
supervisión del monopolio, por que el tabaco estaba —y creo que sigue estando—
prohibido de sembrar libremente.
Fíjese, señor presidente, todo lo que vino tras de aquella planta y
piense seriamente que su rechazo no nos ha beneficiado en nada, aun
suponiéndole en todo ello una buena intención, de las que dicen están llenos
los infiernos.
Diario HOY, 28 de septiembre de 1985
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.