A mí me parece magnífica, y la aplaudo sin restricciones, la labor de
propaganda que sobre el “Día de Extremadura”
vienen llevando a cabo la Junta y la Asamblea Regional y las dos diputaciones,
tanto la de Cáceres como la de Badajoz, para que todos los extremeños, y los
que no lo son pero pueden acompañarnos, se enteren y se den por invitados a
compartir el pan y la sal en Guadalupe el próximo día 8 de septiembre donde se
nos convoca con reiteración que me parece muy oportuna. Es más, hay hasta
cartas impresas personales que se están repartiendo a través del correo, con lo que es estupendo el esfuerzo de
convocatoria que se viene haciendo para ese primer día oficial de Extremadura,
coincidiendo —lo que es un acierto— con la festividad de la Virgen de
Guadalupe.
En otra “ventana” me ocupé
de ese acierto de la Junta y Asamblea, en su elección, y vuelvo a reiterarlo
una vez más. Es más, el día antes, el 7, en el Teatro Romano de Mérida, los
cuatro convocantes celebrarán una recepción supongo que para hablar del 8, del
verdadero “Día de Extremadura”, que
se hará horas después en Guadalupe.
Todo me parece muy bien y lo aplaudo, pero hay una cosa que me he
preguntado y es la referida a los planes que se han tomado para atender, en
todos los sentidos a los miles de personas que allí van a concentrarse. Cuando
la visita del Papa se montaron una serie de servicios para aparcamiento y
evacuación de los centenares de vehículos que le esperaban. Suponemos que esto
y aún más y mejores medidas estarán tomadas, porque entonces se limitó la
asistencia de gente y ahora no, pero estas medidas no se conocen y deberían
divulgarse, para tranquilidad de todos los que piensan asistir. Es una
sugerencia, pero que estimamos oportuna.
Diario HOY, 30 de agosto de 1985
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