En el pleno de ayer de la Diputación se aprobó una moción del grupo
socialista sobre la Central Nuclear de Almaraz, provocada por los últimos
incidentes ocurridos en ella y la falta de información sobre los mismos.
De ello se habla en la reseña del pleno
y no vamos a volver sobre el asunto, sino más bien sobre la anécdota que a su
alrededor se suscitó, ya que en un enfrentamiento dialéctico entre Javier
Corominas Rivera, del PSOE y alcalde de Navalmoral de la Mata, localidad
situada muy próxima a la Central, con el portavoz del grupo popular, Ángel
Carlos Bernáldez Rodríguez, concejal de Brozas, como el segundo negara los
riesgos reales de la Central en la que funcionaron los mecanismos de alarma y
echara en cara al primero que lo que buscaba con su intervención era un
protagonismo político en la zona, que no consigue como alcalde, éste, Corominas,
le preguntó que “¿Qué haría él si tuviera
una central nuclear en Brozas, en las mismas condiciones de la de Almaraz, con
continuos sobresaltos para los vecinos del entorno que no pueden fiarse?”
Entonces, para convencer a los reunidos de que allí, al decir de él,
parece estar todo “manga por hombro”,
contó algunos de los fallos ocurridos en el último simulacro de emergencia. Al
parecer, en la simulada evacuación la coordinación corría a cargo de un helicóptero
que, desde el aire, indicaba por radio a las unidades de tierra lo que deberían
hacer, pero no hubo forma de hacer que la radio del helicóptero funcionara,
como tampoco funcionó ningún tipo de conexión con él desde tierra. Asimismo, la
unidad de descontaminación que debía presentarse inmediatamente tardó 20 horas
en llegar, ya que tenía que hacerlo desde Barcelona.
En fin, que el mejor plan parece ser el de que Dios nos eche una mano.
Diario HOY, 26 de mayo de 1985
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