Ahora creo que todo se suele justificar invocando la futura entrada en
el mercado Común, y las cosas más nimias, cuando no tienen una explicación a la
vista que convenza a nadie, se suelen explicar de ese modo: “…es que en Europa se hacen de esa manera”.
No sé yo si esas explicaciones podrían encajar en la dimisión de
Mancha, tan pedida por tantos colectivos; ni a los que lo mantienen contra
todas las tormentas y continúan “haciéndose
el sueco” a todas las peticiones, se les ha ocurrido algo parecido como
decir, por ejemplo: “Es que si Mancha estuviera
en Suecia no le dimitirían y nosotros como somos otro país europeo, tenemos
también que hacernos los suecos en estas peticiones.”
Por otra parte nuestro don Felipe acaba de pasar una temporada allí de
la que se ha dicho era una vacación y posiblemente ha sido un curso para afianzar
aún más los conocimientos de cómo puede uno seguir “haciéndose el sueco” contra todo evento. Lejos de mí el afirmar que
el “suequismo” tenga que ver con las
ideas, sino más bien con la forma de gobernar la cosa pública cuando se tiene
una mayoría aplastante, de lo que pueden ser buenos ejemplos locales y
provinciales nuestra Diputación y nuestro Ayuntamiento. Por no centrarnos más
que en lo local, podríamos fijarnos en los numerosísimos acuerdos de arreglar
esto o aquello sin arreglar nada y sin poner, como suele decirse, “pie en pared” que tiene pendiente
nuestro Ayuntamiento. Algunos problemas nimios que hubiera arreglado cualquiera,
como podría ser el de la “Torre Desmochada”
y la familia damnificada que hay a sus pies; el de la vigilancia de la ciudad y
principalmente la monumental; el deterioro continuo de las ciudades nueva y
vieja… ¿Que la oposición en el caso municipal, podría hacer algo? Sin duda,
pero posiblemente está también esperando la entrada en Europa.
Diario HOY, 21 de mayo de 1985
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