A cuenta de las cosas que
vienen sucediendo con muchos de los actos que —no sabemos aconsejada por quien—
organiza la Consejería de Educación y Cultura de nuestra autonomía el pueblo
comienza a llamarle Consejería de Incultura, y no sabemos si con razón porque
las cosas que suele promover, o muchas de ellas, parece que abogan más por una
contracultura.
Desde aquí, que es desde donde podemos verlo, los actos que programa
suelen o pasar desapercibidos por faltar una inteligente publicidad o si se
quiere por falta de quien sepa promocionarlos y ofrecerlos como cosa
apetecible, u organizan tales escándalos y desconciertos que lo programado roza
el desorden público y suele terminar de mala manera y con intervención de la
policía. Por centrarnos sólo en uno de los últimos actos programados en
Cáceres, ya que ha habido otros anteriores que no queremos recordar, diremos
que la “Fura dels Baus”, del “Teatro Acción” que se presentó hace unos
días en la Ciudad Deportiva terminó en una batalla campal bochornosa en la que,
entre otras cosas, se destrozó un coche
hachazos y hubo hasta que asistir a alguno en los servicios de socorro,
sin que el asombrado público haya podido aclarar si es que el espectáculo era
así o es que unos jóvenes de la ciudad se anticiparon a los “artistas” y compitieron con ellos en
hacer “burradas” que asombraran al
público. Esto tampoco lo ha aclarado la Consejería de Cultura, que ha preferido
correr un tupido velo sobre lo sucedido y no dar explicaciones a nadie o bien,
la cosa salió como la propia Consejería esperaba que saliera y por tanto no tiene
nada que explicar.
Nosotros veníamos temiéndonos que, tras promocionar únicamente la
cultura del oso y la cabra, las cosas podrían acabar de este modo, aunque la
burla sea llamar cultura a esto.
Diario HOY, 22 de mayo de 1985
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