martes, 19 de diciembre de 2017

Me uno a la campaña


La idea ha salido del conventito de El Palancar, el monasterio más pequeño del mundo que fundara el santo más grande en la penitencia, que fue nuestro paisano Pedro Garabito (o San Pedro de Alcántara, para los altares), la idea que aparecía ayer en una carta firmada por Francisco Romero, en nuestro periódico, pretende que entre todos hagamos una campaña del buen humor, porque precisamente ayer era la festividad de Santo Tomás Moro, que compuso en su tiempo una oración pidiendo el buen humor al Señor, en la que —entre otras cosas— dice: “concédeme la gracia de comprender un chiste, una broma, a fin de que experimente en la vida un poco de alegría que pueda comunicarle a otros”.
Parte de lo que dice Tomás Moro, la risa es la salud del alma y lo ha sido en todos los tiempos. Desconfiad de las gentes demasiado serias, la vida es un soplo y su único azúcar es la risa. Ya los griegos solían condenar al ostracismo a la persona que no se la veía reír, porque la seriedad excesiva es mala. Yo me uno de todo corazón a la campaña, porque creo que los españoles, como la princesa de Rubén Darío estamos perdiendo la risa y el color, y estamos tristes porque hay demasiados “Boyeres” en nuestra vida, o al menos eso pensamos nosotros, y demasiado pocos humoristas. Ahora en el pórtico de las vacaciones conviene mucho saber qué se llevará uno a estos días de descanso, y desde luego yo no pienso llevarme el televisor, porque a los programadores actuales de la Televisión se les ha puesto una “cara de palo” que no hay quien los aguante, oiga, y para que te metan el alma en un puño, prefiero las atrocidades de “Mortadelo y Filemón” o las de “Pepe Gotera y Otilio”, chapuceros de los que puedes reírte libremente, porque no son políticos.
Diario HOY, 23 de junio de 1985

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.