Yo sé que una cosa no tiene la culpa de lo otro, pero hay coincidencias
que pueden resultar ofensivas o, al menos, inoportunas y éste puede ser el caso
de la exposición “Iberoamérica en tren”,
que ayer comenzó su andadura por Plasencia. Esto, que puede tomarse como una
deferencia, según se mire, puede tomarse también por lo contrario, dado el caso
de que a Plasencia la RENFE, le ha quedado sin el tren que la unía con
Salamanca y el norte de España (como nos ha dejado al resto de la región) y aunque
este tren esté promocionado por otras entidades y personas, las “heridas” de la RENFE son tan recientes,
que mejor hubiera sido promocionar la exposición en otra clase de vehículo
—aunque hubiera sido en carro— que llevarla en tren y comenzar por Plasencia,
que ha de ver en esto un restregarle otro tren por la nariz ciudadana, mientras
se le niega el que solicita.
Entender esto es cuestión de sensibilidad. Porque llevar un tren, no
ya a Plasencia, sino a cualquier punto de Extremadura en las actuales circunstancias
es como nombrar la soga en casa del ahorcado. Yo tengo que decir que el alcalde
placentino ha sido consecuente con su forma de pensar y hasta ha sido
hospitalario no montando el numerito.
Dicho esto, agrego que yo, personalmente, tengo gran curiosidad por
ver el tren y lo que contiene, como espero que la tengan otros muchos cacereños
que esperamos recibir el “Ibertrén”
—que es como le llama la gente del pueblo—, en Cáceres capital el próximo
sábado 5, día en que tiene anunciada su llegada. Agrego, además, que no culpo
al Instituto de Cooperación Iberoamericana ni a la Comisión Nacional del V
Centenario del Descubrimiento de América, de que la RENFE nos haya quitado
trenes en Extremadura, pero alguien debería haberles informado de nuestra
sensibilidad en cuanto a trenes se refiere.
En fin, que venir en tren a Extremadura es como nombrar la soga en
casa del ahorcado, nada más.
Diario HOY, 3 de octubre de 1985
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.