domingo, 31 de diciembre de 2017

Siempre colonizados


Antonio Álvarez Rojas, el director del Museo de Cáceres, ha tenido el acierto, en la exposición que ayer se inauguró, de narrar en ella la historia de la ciudad de un modo que aún no se había narrado: sin muchas fechas y datos superfluos, y yendo al grano de la cuestión; centrándose más en lo que es la filosofía de la historia que en otra cosa. Así, en estas explicaciones nos dice que cuando en el siglo XIII, Alfonso IX de León toma Cáceres, a los árabes y le da el Fuero más liberal de España, repoblando la ciudad con nuevas gentes, sólo había en ella hombres libres y moros cautivos Estos hombres libres eran los verdaderos conquistadores que habían venido con el rey y que reciben un fuero en el que se excluye a la nobleza y al clero. A estos últimos se prohíbe darles o donarles ningún “bien de raíz”, o sea que no podían tener propiedades en Cáceres.
Pues bien, esta situación dura escasamente un siglo, ya que en el siglo XIV y XV, los “amos” de la ciudad, de las tierras y de los cargos municipales eran los nobles y el clero, que de un modo u otro se habían hecho los dueños del cotarro aunque esta posesión era “anticonstitucional” (que diríamos ahora) o antiforal que se diría entonces. Esto lo explica Álvarez Rojas en el sentido de que los “segundones” de las casas nobles de León y Galicia —los desheredados— lograron que aquí se les dieran tierras y propiedades, llenando sus palacios (que construyeron sobre las casas de los antiguos hombres libres conquistadores) de blasones de familia para presumir de una nobleza en la que ellos no eran primogénitos. A los hombres libres los expoliaron y los mandaron a vivir fuera de murallas. ¿Por qué no se contó esta historia? Pues porque la historia de Cáceres la contaron siempre los descendientes de esos nobles: Ulloa, Canilleros, etc.
Finalmente, ¿no piensan que ahora ocurren cosas parecidas aunque les cambiemos el título de nobles por el de políticos cuneros, etc.? Lo que quiere decir que aquí siempre hemos sido colonizados.
Diario HOY, 30 de octubre de 1985

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