Comer en Elvas

Es todo un síntoma que en plena feria de Cáceres, con un montón de espectáculos donde acudir, anunciados a los cuatro vientos, cuando llega una fiesta local con cierre total de comercio, como la del pasado día 31, una inmensa masa de cacereños se desplacen al vecino país, Portugal, simplemente para comer en Elvas.

Es además hasta curioso ver, por referirme a ese día, los restaurantes de dicha localidad portuguesa llenos de españoles, de Cáceres en mayor número que de Badajoz (allí no era fiesta) y también muchos toledanos de Talavera de la Reina, que estando a mayor distancia también aprovecharon la fiesta de su autonomía para pasar a conocer ese trozo de Portugal y también “comer en Elvas”. Esto puede parecer exagerado pero, ese día, al decir de los muchos cacereños que allí estuvieron —sin ponerse de acuerdo colectivamente— la plaza mayor de Elvas estaba como la calle de Pintores de Cáceres, porque todo el mundo se conocía.

Hemos de aclarar que en cuanto a compras, que se harán algunas por la novedad o por ser un poquitín más baratos algunos artículos, o por no encontrarlos todavía aquí, la cosa es menos importante que en cuanto a comidas. Si se pregunta a algún cacereño de los que allí se desplazan te dirán que en el restaurante se ahorra mucho, no por ser más barato Portugal —que lo es—sino porque el restaurante en Cáceres es de los más caros de España y con un mal servicio en líneas generales, con lo que uno se ahorra dinero y disgustos por: mal trato, falta de profesionalidad, etc., etc.

Estas no son cosas inventadas, ni infundios, sino cosas que están ahí y que, cara a la entrada en la CEE, deberían ir pensando también nuestros industriales dedicados a la restauración. Se va donde dan un buen servicio y, además, barato.

Diario HOY, 2 de junio de 1985

NOTA.- Esta “Ventana” fue contestada por el Director General de Turismo de la Junta de Extremadura lo que, a su vez, generó otra “Ventana” de respuesta, la aparecida el 8 de junio con el título “Acuse de recibo”.