Francisco Fernández Serrano, de Garciaz, en nuestra sección de “Cartas a HOY”, del pasado día 24, me
hace unas aclaraciones referidas a otra de estas “ventanas”, por las que me informa de que la fundada por Sanguino
Michel fue la “Revista de Extremadura”,
publicada en Cáceres hasta 1911, y no la “Revista
de Estudios Extremeños” que sigue publicándose en Badajoz desde 1945. Yo le
agradezco profundamente a Francisco Fernández esta aclaración y, así como él
encomia otra parte de ese mismo artículo deslindando este error, yo me veo en
la obligación de aplicarle, justificándome un poco, el porqué lo he sufrido.
Cierto que yo he creído que era la misma revista, o al menos heredera
una de otra, por la siguiente razón de que cuando la “Tertulia Alcántara”, de la que yo fui uno de los más jóvenes e
irrelevantes miembros por aquella fechas, quizás de los años 50, se planteó el
asunto de publicar una revista, que sería la “Alcántara” que ha llegado a nuestros días, deformada y tras
diversos avatares), se habló de un acuerdo con la que se publicaba en Badajoz,
“Revista de Estudios Extremeños”,
para deslindar campos, ya que allí se dijo que esa de Badajoz, era la heredera
de la fundada por los nueve claros varones de Extremadura, entre los que estaba
don Juan Sanguino y Michel. Tan es así, que “Alcántara” se dedicó más a la creación literaria que a la
investigación arqueológica e histórica, que se le dejaba a la revista pacense,
hasta el punto de que algunos de los trabajos que se remitían a “Alcántara”, sobre esos temas, se le
indicaba a los autores que los enviaran a la de “Estudios Extremeños”.
Lo que ya no sé —porque yo en esa tertulia era “soldado de fila”— es si el acuerdo entre una y otra revista fue
tácito, o constó en algún sitio, pero sí que yo pensaba era la misma revista,
por lo que agradezco la aclaración.
Diario HOY, 27 de agosto de 1985
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