sábado, 30 de diciembre de 2017

Los cazadores y su mundo


Bien claro queda que, al menos teóricamente, la aplicación de la normativa de la caza, con autorizaciones especiales para cazar en días distintos a los expresados en la orden, o acumularlos, es justo para todos los que tienen cotos. Porque estas autorizaciones se dan exclusivamente para los cotos —o así lo entendemos nosotros— ya que en los terrenos libres la norma es la que expresa la orden sin más y sin que el cazador que los utiliza pueda solicitar que le cambien los días o se les acumulen, porque ello resultaría el lío padre.
Pues bien, como sucede con todo, esto ha despertado la consiguiente polémica y discusión entre los cazadores, ya que algunos se sienten discriminados y hasta llegan a decir: “Se autoriza a un coto el que cacen los 35 días seguidos, ¿y quién controla después el que allí no se vuelva a cazar el resto de los días de la temporada?”. Vistas así las cosas, en efecto, parece que hay una discriminación por la mala intención que se presupone siempre entre españoles de que el autorizado, tras de disfrutar los 35 días, se saltará la ley a la torera, cosa que puede no ser cierta, pero hay otra precisión que es la que debe hacerse y que es la que —a nuestro juicio— ha venido a liarlo todo. Hasta esta temporada, en los cotos se podía cazar diariamente y no había limitación más que de las vedas, cosa que es lógica, porque si hay alguna caza es gracia a los cotos, ya que los dueños de ellos, por el hecho de pagarlos, suelen cuidarla. Pero todo este lío ha venido con la limitación —también en los cotos— a los dos días por semana, cosa que a nuestro juicio trata de corregirse con esas autorizaciones de cambios y acumulaciones de días, cuando lo sensato sería dejar la caza en los cotos como estaba en anteriores temporadas, y en paz. Lo demás es cabrear al personal cinegético.
Diario HOY, 25 de octubre de 1985

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