martes, 19 de diciembre de 2017

Y, hablando de caza…


Decía Luis Berenguer, el autor de esa fantástica novela de caza titulada “El mundo de Juan Lobón”, que él era un simple aficionado a la caza, porque cazadores, lo que se dice cazadores, sólo son los “corsarios”, los que viven del ejercicio de la caza. Con ello quiero decir que yo hablo de este tema como un simple aficionado del montón, que sabe muy poco de caza, y menos que de ninguna, de la del conejo a la que nunca me he dedicado de lleno.
Dicho eso entro a comentar la que se ha armado con la autorización, llamada “descaste” de tirar al conejo, en Extremadura y mediante unas certificaciones y solicitudes, los sábados, domingos y festivos, desde San Juan a Santiago. Hemos e aclarar que, excepto estos últimos años de sequía esas autorizaciones eran corrientes antes, sin que nadie protestara en absoluto y dejaron de darse —según creo— por la sequía y porque se suponía que la mixomatosis había remitido, aunque el pasado año arreció tanto que muchos pensaron fue una lástima que se llevara a los conejos que había, sin haberlos aprovechado nadie.
La verdad es que para muchos la noticia ha caído bien, aunque para otros ha caído fatal y dicen que, si el pretexto es la mixomatosis, antes de matar al concejo debería preguntársele si la tiene o piensa tenerla —o poco menos—.
Otro aspecto que ha caído mal es autorizar los cepos y lazos en los terrenos libres, y los “conejeros” (cazadores clásicos de conejo) están que trinan por ambas cosas porque dicen: “Cuando llegue la temporada no tendremos un bicho.” Yo pienso que cuando un naturalista como Jesús Garzón aconseja esto, sus motivos tendrá; como pienso que nunca se da gusto a todo el mundo y los consejos de caza están para algo. Cierto que si están vacunando los conejos en algún coto, lo lógico es que no se los mate ahora, pero cierto también que los titulares de esos cotos pueden no pedir la autorización para hacerlo, y “santas pascuas”.
En fin, que se haga como se haga, siempre habrá descontentos.
Diario HOY, 21 de junio de 1985

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.