Como resulta que el sábado sale —dicho sea con todas las reservas— la
veda de la tórtola, los cazadores modestos se están proveyendo de papeles, que
es lo único que nos ofrecen los administradores actuales del deporte cinegético,
papeles y más papeles, y ahora es el Ayuntamiento de Cáceres, y en otros
diversos, donde mediante una fotocopia de la licencia y otra del DNI, le dan a
uno un papel que le autoriza a cazar en los terrenos libres del término
municipal y en los, libres también, de los términos colindantes al del lugar de
residencia del cazador solicitante. Suelen ofrecer también una lista de los términos
colindantes con el del lugar, para que el cazador esté bien informado.
Hay que decir, en lo que al Ayuntamiento de Cáceres se refiere, que los
funcionarios que llevan este asunto derrochan paciencia y simpatía, porque no
todos los que allí se acercan a solicitar
este permiso, que por cierto se da gratuitamente, son amables con los
funcionarios y suelen descargar el mal humor y las iras de lo mal que están
trazadas las cosas cinegéticas sobre estos funcionarios que, aparte de no tener
culpa alguna, cumplen con su deber como mejor saben.
Presenciamos el caso de uno que protestaba porque tenía que hacer las
fotocopias exigidas “de su bolsillo”
y los funcionarios hubieron de decirle que ellos no eran los que legislaban. En
fin, no es este el caso. El caso es que en esos terrenos libres no suele haber
un bicho, porque ni la Consejería, ni nadie, se ha encargado de repoblar de
caza esos lugares (y creemos que ningunos otros), cuando eso hubiera sido lo lógico,
si es que se intenta promocionar un deporte. Lo que sí ha hecho la Consejería
de unos años a esta parte, es cargarnos el morral de permisos y papeles, por lo
que lo recomendado es que, como no habrá un bicho en lo libre, puede usted tirar
de morral, echar al aire los papeles y liarse a tiros con ellos.
Diario HOY, 20 de agosto de 1987
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.