Me refiero a que, habiéndose producido el socavón de la avenida de San
Blas, que para que ustedes lo sepan abarca todo el ancho de la avenida, a la
que corta totalmente sin permitir el paso de vehículos en ese tramo, se pensó
que aquello era cosa de dos días, por lo que se pusieron unas barreras,
iniciándose la tramitación para ver quién arreglaba el bache. La tramitación
lleva ya más de un mes y nos tememos que pueda prolongarse algunos meses más,
si no hay acuerdo de quién debe comenzar a arreglar aquello.
Es curioso saber que la carretera, que no calle, depende en cierto
modo de la Jefatura de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas que, según
los servicios municipales, es quien debe arreglar el enorme socavón. No
obstante, parece ser que en dicha Jefatura piensan que como el socavón puede
haberse producido al reventar algunas de las atarjeas o conducciones que por
allí pasan (que es cierto que han reventado), los primeros que deben arreglar sus
conducciones son los del Ayuntamiento.
En fin, que la discusión está en marcha y, como falta la coordinación
necesaria para ponerse de acuerdo y arreglarlo al unísono, en la discusión
sucederá lo que en la fábula de los conejos y los perros, aunque en este caso
no haya perros, sino sufridos vecinos que seguirán padeciendo el socavón
algunos meses más.
Diario HOY, 24 de junio de 1987
NOTA.- Hay que leer el principio de la “Ventana” siguiente para
entender el porqué del título de esta. (Nota de Teófilo Amores).
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